Imagínate entrando en un restaurante donde no ves absolutamente nada. Ni luz tenue, ni velas. Oscuridad total. Te sientas, te explican cómo funciona... y empieza la experiencia. La comida te llega, pero no sabes qué es. Tienes que probar, oler y descubrir cada plato como un misterio. Esta propuesta —tan inusual como intensa— no es ningún juego, sino una nueva manera de vivir la gastronomía.

Desconectar para reconectar

Los restaurantes donde se come a oscuras nacieron en Suiza a finales de los años noventa, impulsados por la fundación Blindekuh, con la voluntad de acercar el mundo de las personas ciegas al público general. Hoy, el concepto se ha extendido a ciudades como París, Londres o Berlín... y también Barcelona, aunque recientemente el restaurante que ofrecía la experiencia ha cerrado. Pero no hay que ir muy lejos porque en Madrid encontramos Dans le Noir, un restaurante que forma parte de una cadena internacional. El espacio propone una cena totalmente a oscuras, guiado por camareros ciegos o con discapacidad visual.

Lo más interesante no es solo la comida, sino el valor social de la experiencia. Los camareros son personas con discapacidad visual que conocen perfectamente el espacio y acompañan a los comensales durante todo el recorrido. Una manera de romper estereotipos y reivindicar la inclusión laboral en un sector tan visual como la restauración

Comer en compañía. / Foto: Cedida

El restaurante se presenta como "más que un restaurante, vive una experiencia culinaria única en el corazón de Madrid, donde todos tus sentidos se despiertan. Descubre nuestros menús sorpresa, elaborados con ingredientes de calidad y diseñados para ser disfrutados en total oscuridad. En pleno centro histórico, cerca de la Plaza Mayor y el Palacio Real, te invitamos a un viaje sensorial que transforma una comida en una aventura inolvidable. Cada bocado es un descubrimiento, cada sabor una nueva emoción. Nuestros guías-camareros con discapacidad visual te acompañarán durante toda esta experiencia inmersiva, llena de sorpresas y convivencia. Nos adaptamos a todas las restricciones alimentarias y dietas especiales; te invitamos a mencionarlas al momento de la reserva. Al final de la experiencia, tu menú será revelado: ¿serás capaz de reconocer todos los ingredientes y sabores?".

Una experiencia sensorial y social

El menú es sorpresa. Puedes elegir entre opciones vegetarianas, carnívoras o pescado, pero no sabes exactamente qué te llegará. El resultado: redescubrir sabores y texturas con una intensidad inesperada. Pero lo más interesante no es solo la comida, sino el valor social de la experiencia. Los camareros son personas con discapacidad visual que conocen perfectamente el espacio y acompañan a los comensales durante todo el recorrido. Una manera de romper estereotipos y reivindicar la inclusión laboral en un sector tan visual como la restauración.

Comer a oscuras no es solo una excentricidad gastronómica. Es también una manera de desconectar del ritmo acelerado y visual de cada día. Sin móviles, sin pantallas, sin selfies del plato. Solo comer y conversación, como antes.