Han pasado 80 años de la muerte de Adolf Hitler, pero un nuevo documental ha revelado detalles sobre su vida a partir del análisis genético de su ADN, extraído de un sofá manchado de sangre que se encontró en su búnker de Berlín en 1945. Los hallazgos se explican en un nuevo documental llamado Hitler’s DNA: Blueprint of a Dictator, del canal británico Channel 4, el líder nazi padecía el síndrome de Kallmann, un trastorno genético que afecta el desarrollo sexual y la producción de testosterona. Los investigadores afirman que podría explicar algunas de sus características físicas y conductuales, como su “devoción casi total por la política y su falta de relaciones personales”. El síndrome de Kallmann afecta la progresión normal de la pubertad y sugiere que este trastorno oculto habría dificultado el desarrollo normal de sus órganos sexuales, podría explicar que tuviera un testículo que no descendiera (criptorquidia) y un micropene, por lo que es probable que le costara establecer relaciones íntimas. Esta es la principal evidencia del análisis genético de sus restos biológicos, pero también hay otras, como la que desmonta científicamente el mito de que Hitler tenía ascendencia judía, y aporta pruebas de que probablemente padecía uno o más trastornos mentales o neurodiversos.
Los científicos lograron secuenciar el ADN de Hitler por primera vez basándose en un trozo de tela del sofá manchado de sangre donde se suicidó.
— Drew Pavlou 🇦🇺🇺🇸🇺🇦🇹🇼 (@DrewPavlou) 13 de noviembre de 2025
Hitler estaba en el percentil superior en cuanto a sus posibilidades de tener autismo, esquizofrenia y trastorno bipolar, y algunos de sus… pic.twitter.com/Aax1MjfGME
Tecnología genética y análisis histórico
Los científicos pudieron construir el perfil de ADN a partir de una muestra de tela manchada de sangre que un coronel del ejército estadounidense había recortado del sofá donde Hitler se quitó la vida en 1945. Las conclusiones del estudio se han hecho a partir de esta única muestra de sangre verificada, y ponen de relieve nuevos datos científicos que ayudan a construir la constitución biológica y psicológica del dictador más famoso de la historia, responsable del genocidio de más de seis millones de judíos. El documental, producido por la productora británica Blink Films para Channel 4, fue encargado por los responsables de este canal, Jonah Weston y Emily Shields, y cuenta con Dan Chambers como director creativo de Blink Films, además de otros productores ejecutivos como Nina Davies. La producción combina genética avanzada con análisis histórico para descifrar el perfil genético de Hitler. El ADN de Hitler: Blueprint of a Dictator combina tecnología genética avanzada con análisis histórico para ofrecer una nueva perspectiva científica sobre la biografía y la psicología del dictador nazi, cuestionando mitos y aclarando dudas con una base científica sólida. "Nadie ha podido explicar realmente por qué Hitler se sentía tan incómodo con las mujeres a lo largo de su vida, o por qué probablemente nunca entabló relaciones íntimas con ellas", ha afirmado Alex Kay, profesor de la Universidad de Potsdam. "Pero ahora que sabemos que tenía el síndrome de Kallmann, esta podría ser la respuesta que hemos estado buscando", añadió.
Nueva investigación sobre el ADN de Hitler, utilizando muestras de sangre del sofá en el que se suicidó, encontró que:
— Keith Woods (@KeithWoodsYT) November 13, 2025
"Hitler se encontraba en el percentil superior en cuanto a sus posibilidades de tener autismo, esquizofrenia y trastorno bipolar, y algunos de sus genes se solapan entre condiciones".
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Desmontado el mito de los orígenes judíos
El análisis de su ADN confirma que Hitler tenía una ascendencia genética predominantemente austroalemana y descarta hipótesis de raíces judías o africanas, aclarando sus orígenes étnicos con pruebas científicas sólidas. Sobre su estructura genética, el estudio encontró posibles marcadores asociados a trastornos neurológicos y psiquiátricos, como autismo, esquizofrenia y trastorno bipolar, aunque los científicos aclaran que estos no justifican ni explican sus acciones o ideología. El psicólogo Sir Simon Baron-Cohen ha querido dejar claro que no se puede utilizar la genética para interpretar la crueldad: “No se puede ver la maldad en un genoma”, afirma.
El estudio genético ha sido dirigido por la profesora Turi King, de la Universidad de Leicester, conocida por identificar los restos de Ricardo III. King ha reconocido que, si bien tuvo dudas a la hora de asumir el proyecto y que era probable que la investigación provocara controversia, decidió hacerlo para asegurarse de que se hacía correctamente. “Si Hitler viera sus propios resultados genéticos, se habría enviado él mismo a las cámaras de gas”, ha asegurado la genetista principal del estudio. La profesora King concluye que entender la biología del dictador es importante, pero que la responsabilidad es colectiva, ya que miles lo siguieron sin compartir su genética.