Ya está aquí el frío, y con él, el ritual de cada otoño: sacar del armario los jerséis que nos acompañan cada invierno. Esos que combinan con todo, que abrigan sin perder estilo y que, si no fuera por esas dichosas bolitas, parecerían nuevos, año tras año.
Las bolitas o “pelusas” que aparecen en los jerséis de lana o algodón son el resultado de la fricción: del roce con otras prendas en la lavadora, del abrigo que llevamos encima o incluso de los movimientos naturales al vestirlos. Pero aunque parezcan inevitables, hay formas de eliminarlas.
Trucos para quitar las pelusas de los jerséis
A continuación te explicamos los seis trucos más eficaces (y caseros) para dejar tus jerséis impecables, suaves y como recién comprados.
1. La máquina de afeitar, el truco estrella
Sí, una maquinilla de afeitar clásica (de las desechables o con cabezal protector) puede convertirse en tu mejor aliada. Coloca el jersey sobre una superficie lisa, tensa suavemente la tela y pasa la máquina con delicadeza, sin apretar demasiado.
El filo rasurará las bolitas sin dañar la fibra, dejando el tejido limpio y uniforme. Es especialmente útil para las zonas más castigadas: los puños, la parte baja o los laterales.
2. La piedra quita pelusas, el clásico de los amantes de la lana
Este pequeño bloque rugoso, que puedes encontrar en tiendas de tejidos, es una joya infravalorada. Su textura permite desincrustar las bolitas sin cortar las fibras, lo que prolonga la vida útil del jersey.
Usa movimientos largos y uniformes, de abajo a arriba, y verás cómo el tejido recupera su aspecto original.
3. Un peine de púas finas para un acabado preciso
Si no tienes máquina, un peine de dientes finos (de los de bebé) también funciona de maravilla. Pásalo con suavidad, siempre en la misma dirección, y verás cómo las pelusas se adhieren a los dientes sin arrancar la lana.
Este método es ideal para jerséis más delicados.
4. Lava a mano
La lavadora es práctica, sí, pero los jerséis no la llevan bien. El roce continuo y los centrifugados son los grandes culpables de las bolitas.
Si tienes tiempo, lava tus prendas a mano con agua fría o tibia, usando un detergente suave (incluso champú infantil). Déjalas reposar unos minutos, frota suavemente con las manos y enjuaga sin retorcer.
Déjalas secar en plano, sobre una toalla.
Y si no puedes prescindir de la lavadora, al menos utiliza una bolsa de malla y el programa “lana” o “delicado”, con la menor velocidad posible de centrifugado.
5. Cinta adhesiva: rápida y efectiva
Si necesitas una solución exprés antes de salir de casa, la cinta adhesiva es tu salvavidas.
Corta un trozo, pégalo sobre la zona con pelusas, presiona y tira de un solo movimiento. Las bolitas quedarán pegadas y el tejido no sufrirá.