Un restaurante sin cartel ni carta. Así se puede definir el restaurante favorito de George Clooney. Ubicado en el Pla de Palau, 2, en el distrito de Ciutat Vella, se trata de un restaurante escondido que fascina no solo al público local, sino también a los famosos como George Clooney, Joan Manuel Serrat o Francis Ford Coppola, entre otras personalidades. El establecimiento, el primer speakeasy de la ciudad, cuenta con una lista de clientes infinita, que han ido compartiendo la excelencia de su cocina por el método más efectivo: el boca a oreja. Este mecanismo es el que ha hecho a personajes ilustres de todo el mundo hacer una parada obligada en su comedor.
El restaurante de Barcelona favorito de George Clooney
Se trata del restaurante Passadís del Pep, un establecimiento con casi medio siglo de historia que fundó Joan Manubens Figueres, y que falleció ahora hace 9 de manera repentina. Era hermano, a su vez, del también desaparecido Pep Manubens, propietario de Cal Pep, uno de los bares con la barra más codiciada del barrio, muy cerca del Passadís del Pep, justo a la plaza de les Olles. En este establecimiento es donde se ha dejado ver George Clooney en sus visitas a la capital catalana. Y lo único que se puede decir es que si no lo habéis visitado nunca, estáis perdiendo el tiempo. Es como ser de Barcelona y no haber entrado nunca en La Pedrera, por poner solo un ejemplo.
Para llegar al Passadís del Pep hay que ir hasta Pla de Palau, una plaza que, en la Barcelona del siglo XVI, se convirtió en la única trae de entrada de todo lo que llegaba por mar. Por eso, en aquella época, Pla de Palau era conocida como la plaza principal de la Barcelona comercial, ya que aquí se vendían todos los productos frescos que venían de ultramar. IV siglos más tarde, en 1979, Joan Manubens, recogió el espíritu de la plaza y decidió abrir un restaurante sin carta de platos y con dedicación exclusiva en los productos frescos que llegan cada día al puerto de Barcelona. Pero Joan justo empezaba en el mundo de la cocina, así que la primera responsable de cocina sería su madre, la excelsa cocinera Señora Pilar.
Solo quedaba ponerle nombre al restaurante y decidió ponerle Passadís del Pep, en homenaje a su hermano Josep, que fue quien lo empujó y ayudó en los inicios de esta aventura. Abrieron con un menú de 125 pesetas. Desde aquellos días, y perennemente observados por los muros auténticos de la Barcelona romana, por el Passadís del Pep han pasado miles de clientes y amigos que han contribuido a convertir el local en uno de los restaurantes de cocina mediterránea más emblemáticos de la ciudad. Hasta el punto de fascinar a tantas y tantas figuras mundiales.
Antiguamente, en este restaurante sin cartel que indique la ubicación, tampoco tenían carta, pero compruebo que la cosa ha cambiado. Así pues, junto con la carta ofrecen un par de menús: la selección del día y otro de más largo para gourmets más atrevidos. Unos tomates con ventresca de atún y lomo de sardina en escabeche y una copa de un vino blanco ecológico elaborado por Vinyes Domènech en la DO Montsant puede ser una fantástica manera de empezar una comida en el Passadís del Pep, que ofrece auténticas reliquias como la cazuela con almejas y navajas gallegas, mejillones de roca y jamón salteado o, también, el chanquete frito con pimientos de Padrón, entre muchos platos suculentos.