El Barça sigue moviéndose con cautela en un mercado que promete ser largo y lleno de trampas. Y es que, aunque Hansi Flick ya ha trasladado a Deco varias prioridades claras para reforzar la plantilla, la realidad económica vuelve a marcar el límite. Así pues, uno de los nombres que más ilusión hacía al técnico alemán ha quedado prácticamente descartado antes incluso de entrar en fase avanzada de negociación. Hablamos de Marc Guehi, central que gustaba mucho al entrenador, pero cuyo fichaje se ha topado con un muro imposible de derribar.
La situación ha sido tan clara como incómoda. Guehi, consciente de que llegaría como agente libre, ha puesto sobre la mesa unas exigencias salariales que en el Barça consideran directamente inasumibles. Y es que la realidad es que el club puede ahorrar en traspaso, sí, pero no puede permitirse abrir otra grieta en su masa salarial justo ahora. Así pues, Deco ha tenido que hacer de bombero y apagar un incendio que amenazaba con descontrolarse.
Un fichaje que ilusionaba, pero con precio prohibitivo
En el cuerpo técnico lo tenían marcado en rojo. Flick veía en Guehi a un central moderno, rápido, con liderazgo y perfectamente adaptable a una defensa adelantada. Un perfil que encajaba como anillo al dedo en la idea de juego que quiere implantar. Y es que, deportivamente, había consenso total: era uno de los favoritos del alemán para apuntalar la zaga.

Pero la ilusión se fue diluyendo cuando llegaron los números. El entorno del jugador exigía un salario de estrella absoluta, aprovechando su condición de libre y el interés de varios clubes de la Premier League. Una cifra que, en el Barça, ni siquiera se han planteado igualar. No por falta de ganas, sino por pura supervivencia financiera.
Deco frena la operación a contracorazón
De este modo, Deco se ha visto obligado a decir que no. Y no ha sido una negativa sencilla. El director deportivo entiende la urgencia defensiva del equipo y comparte la visión de Flick, pero también sabe que el club no puede permitirse aventuras que comprometan el futuro inmediato. La prioridad sigue siendo reducir costes, no generar nuevos problemas.
Así pues, el mensaje ha sido claro: por muy bueno que sea el jugador, el Barça no romperá su escala salarial. Y menos por un central, por muy apetecible que resulte su perfil. Flick lo ha entendido, aunque no le haya gustado. Ahora toca mirar otras opciones, más realistas y menos explosivas en lo económico.