La pizza es, sin duda, uno de los platos más reconocidos y consumidos en todo el planeta. Su aroma, su versatilidad y su capacidad para adaptarse a todos los gustos la han convertido en una auténtica embajadora de la gastronomía italiana. Sin embargo, detrás de este icono culinario hay una historia que mezcla humildad, ingenio y un golpe de suerte que cambiaría para siempre la forma en que comemos. Según relata el vídeo de la cuenta de Instagram @curioso_dann, sus orígenes no se encuentran en las lujosas cocinas de la realeza, sino en las manos de un panadero napolitano llamado Rafael Esposito, que con lo poco que tenía y mucha fe, terminaría conquistando el mundo.

La historia real detrás de la pizza

Hace más de un siglo, en las calles de Nápoles, Esposito trabajaba con ingredientes sencillos y accesibles para la población más modesta. Su base era un pan plano, sobre el que extendía salsa de tomate y añadía queso. Aunque para muchos aquella preparación era simplemente comida de pobres, para él era una receta con alma, que combinaba tradición, sabor y la calidez de lo hecho en casa. En una época en la que los ingredientes frescos y baratos eran un lujo para la mayoría, este panadero supo darles un lugar de honor en su mesa.

Pizza margarita / Foto: Unsplash

La historia cambió el día en que la reina Margarita de Saboya decidió probar los platos que se preparaban en su ciudad. Algunos lo interpretaron como una provocación hacia la comida popular, pero Esposito lo vio como una oportunidad. Inspirado por el orgullo nacional y queriendo ofrecer algo especial, creó una pizza que representaba los colores de la bandera italiana: rojo del tomate, blanco de la mozzarella y verde de la albahaca fresca. No era solo un plato, sino un símbolo de identidad y unión en un momento en que Italia aún construía su carácter como nación unificada.

Esposito trabajaba con ingredientes sencillos y accesibles para la población más modesta

Cuando la reina probó aquella creación, quedó encantada por su sabor y sencillez. Tanto le gustó, que pidió otra ración, y su gesto convirtió a la “pizza Margarita” en un plato de renombre. Lo que hasta entonces había sido una preparación local y humilde comenzó a ganar prestigio, atrayendo la atención de personas de todas las clases sociales. Poco a poco, la pizza dejó de ser un secreto napolitano para extenderse por toda Italia y, más tarde, por el mundo entero.


Hoy, la pizza Margarita sigue siendo uno de los tipos de pizza más populares, no solo por su sabor equilibrado, sino por la historia que la acompaña. Su origen nos recuerda que algunas de las creaciones más universales nacen de la sencillez y de la pasión por cocinar. Rafael Esposito, con su pan, su tomate y su fe, no solo inventó una receta: encendió la chispa de una tradición que, más de un siglo después, continúa uniendo culturas y paladares alrededor de una mesa.