El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mantenido este jueves cauto después de que Carles Puigdemont haya convocado a la cúpula de Junts per Catalunya el lunes en Perpinyà para valorar si rompe o no con el PSOE. “Respeto el funcionamiento interno de cualquier partido político; lo que está en nuestras manos, lo cumplimos; y lo que está en manos de otros, trabajamos para que se cumpla”, se ha limitado a responder el máximo líder socialista en una rueda de prensa desde Bruselas, tras la reunión del Consejo Europeo. Los periodistas han insistido en arrancarle algo más y le han preguntado si una reunión con el president en el exilio podría solucionar la crisis. “Os lo he dicho mil veces, hemos aprobado la amnistía para normalizar la situación con los actores políticos; estas reuniones se producirán cuando toque”, ha sentenciado. Fuentes de la Moncloa aseguran a este periódico que están "tranquilos" pese a las nuevas amenazas de los juntaires.
Tal como ha avanzado este jueves ElNacional.cat, Junts convocará una consulta a la militancia para ratificar la decisión que adopte el próximo lunes la ejecutiva nacional del partido en relación con la retirada del apoyo a Sánchez en el Congreso de los Diputados. La reunión de la ejecutiva del partido tendrá como objetivo hacer balance del llamado Acuerdo de Bruselas. Las bases de este partido ya se pronunciaron —y avalaron— en noviembre de 2023 sobre el acuerdo de investidura alcanzado con el PSOE para prolongar la estancia de Sánchez en la Moncloa una legislatura más.
Míriam Nogueras dio este miércoles en el Congreso el pistoletazo de salida a la nueva crisis entre Junts y el PSOE. Durante la sesión de control al Gobierno, en un cara a cara con Sánchez, amenazó con la llegada de “la hora del cambio” y recriminó al presidente socialista “el ahogo” en impuestos a los autónomos para acabar pagando “financiación ilegal de partidos y prostitución”. Entre las carpetas que hay sobre la mesa y que no se desencallan desde hace meses, hay elementos como la aplicación total de la ley de amnistía, la oficialidad del catalán en la Unión Europea y la delegación de las competencias en inmigración, así como el bloqueo a la ley para endurecer las penas a los multireincidentes o la reforma de la ley contra las ocupaciones.
El presidente español advierte de que el riesgo de un “cambio” es la “involución” de PP y Vox
El presidente socialista ya ha intentado calmar los ánimos de los independentistas este jueves a primera hora. En su llegada al Consejo Europeo, ha asegurado que su intención es cumplir los pactos aún pendientes. Y ha advertido, también, que el riesgo de un “cambio” es que se produzca una “involución” en España con la llegada de un ejecutivo de PP y Vox. “Este gobierno aspira a cumplir los compromisos de los acuerdos de Bruselas” ha aseverado. Pero también ha puesto algunas excusas por los incumplimientos que se alargan ya más de media legislatura: “Hay acuerdos que no dependen exclusivamente del Gobierno o de los grupos parlamentarios que lo sostienen, como es la cuestión de la inmigración o la oficialidad de las lenguas cooficiales en la Unión Europea”. Ante esto, el máximo líder socialista ha pedido “tiempo” al partido de Puigdemont. También ha advertido que “cuando hablamos de cambios pueden haberlos para avanzar o para involucionar; y no iremos una hora atrás, sino 50 años atrás”.
"Tranquilidad y máximo respeto" por parte de la Moncloa
Paralelamente, fuentes de la sala de máquinas de la Moncloa aseguran que están "tranquilos" y destacan su "máximo respeto" por el encuentro de Perpinyà del próximo lunes. A pesar de todo, descartan que Sánchez haga ningún tipo de gesto antes de esta reunión para calmar la tensión con los independentistas. Paralelamente, fuentes del PSOE destacan que "lo mejor que ha funcionado en nuestra relación con Junts ha sido la discreción en las conversaciones". "Creemos en esta metodología y ha comportado importantes acercamientos y acuerdos, y continuaremos así", señalan desde Ferraz.
Feijóo: “Junts tiene que tomar sus decisiones después de dos años de experimentar el sanchismo”
También ha sido preguntado por esta cuestión este jueves Alberto Núñez Feijóo, que ha participado en Bruselas en la reunión del PP Europeo. El líder popular ha esquivado pronunciarse esta vez sobre si puede tender la mano a los independentistas de cara a una futura moción de censura. "Será Junts quien pueda responder qué hará; les corresponde a ellos tomar sus propias decisiones después de 2 años de experimentar la política sanchista", ha afirmado en una rueda de prensa en la que ha aseverado que "es difícil" que el presidente del Gobierno pueda "trasladar tranquilidad a sus socios".
