El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha decidido convocar a la dirección de Junts per Catalunya en Perpinyà el próximo lunes para decidir si retira el apoyo al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, según ha podido saber ElNacional.cat. La ejecutiva nacional hará un balance del Acuerdo de Bruselas y decidirán las "acciones a emprender" después de meses de malestar del partido de Carles Puigdemont con los socialistas por lo que consideran incumplimientos dos años después de la investidura de Pedro Sánchez. Entre las carpetas que están sobre la mesa y que no se desencallan desde hace meses, hay elementos como la aplicación de la ley de amnistía, la oficialidad del catalán en la Unión Europea y la delegación de las competencias en inmigración, así como el bloqueo a la ley para endurecer las penas a los multirreincidentes o la reforma de la ley contra las ocupaciones. 

La portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, ya elevó el tono este miércoles ante Pedro Sánchez, asegurando que es "la hora del cambio". En su cara a cara con el presidente socialista, la líder juntaire en Madrid le ha recriminado que parte de los impuestos que pagan los ciudadanos se destinan a la financiación ilegal de partidos o al pago de prostitución, y no a resolver sus principales problemas, como el acceso a la vivienda o el caos diario de Rodalies. El caso es que varias fuentes de Junts consultadas por este diario ya apuntaban durante el día de ayer que la semana que viene tenía que ser clave para tomar medidas ante lo que consideran incumplimientos con el PSOE, asegurando que ya tenían un calendario trazado desde hace semanas.

Carles Puigdemont y su secretario general, Jordi Turull, escucharán las opiniones de los miembros de la dirección, tal como ya hicieron con la salida del Govern de Pere Aragonès, de la que ahora se han cumplido tres años. Sin embargo, el malestar de los dirigentes de Junts con el PSOE es palpable, porque desde hace meses que no hay avances en las carpetas pendientes que tratan ambas partes. "Siempre nos dicen que habrá novedades la semana que viene. No podemos continuar así", asegura una fuente de Junts a este diario. Un ejemplo del malestar de los dirigentes del partido fue la reunión del pasado lunes entre Puigdemont, Turull y varios alcaldes del partido en Waterloo. El espacio municipalista de Junts se sumó a la presión contra el PSOE, denunciando el bloqueo en leyes clave para los municipios, como la ley contra la multirreincidencia o la de la lucha contra las ocupaciones

Puigdemont ya advirtió en agosto de que este otoño tendrían que tomar decisiones

Pero la realidad es que Carles Puigdemont subió el tono contra el PSOE este agosto desde la Universitat Catalana d'Estiu, en Prada, donde ya advirtió que este otoño podrían "pasar cosas". "Decidimos que no haríamos un acuerdo por la estabilidad de la legislatura. Por eso digo que en otoño quizás pasarán cosas que no habían pasado hasta ahora. Nosotros ya hemos dado suficiente tiempo", decía Puigdemont el pasado 19 de agosto. Desde entonces, los de Junts han ido lanzando varios avisos, desde el de Míriam Nogueras a Sánchez asegurando que está en "tiempo de prórroga", hasta el debate de política general, donde los juntaires mostraron un gran malestar con los socialistas catalanes, asegurando que habían votado en contra de cuestiones acordadas con el PSOE. "Así no se puede continuar", decía el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, durante el debate de política general, advirtiendo de que "buscarían otra vía".

Habrá que ver, sin embargo, cuál es esta vía. Junts per Catalunya ya ha reiterado que descartan una moción de censura liderada por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. En cambio, lo que no han descartado es una moción de censura instrumental, tal como aseguró uno de los cuatro vicepresidentes del partido, Toni Castellà, en una entrevista en televisión española. Aun así, Castellà, entonces, aseguraba que en ese momento "no estamos en eso". "Si se le retira el apoyo, lo más lógico es que convoque elecciones", decía el dirigente de Junts, que ya apuntaba que habría que empezar a mover fichas antes de finalizar octubre. En todo caso, habrá que ver los movimientos del PSOE, que quiso rebajar las palabras de este miércoles de Míriam Nogueras como "juego político", mientras insisten en que, este año, presentarán presupuestos y que Sánchez prevé acabar la legislatura hasta 2027. Aun así, la última reunión con el PSOE en Suiza, con Zapatero como interlocutor del PSOE, celebrada el lunes de la semana pasada, ya dio señales de que la situación no avanzaba.