Han pasado dos días desde la firma del acuerdo de paz en Gaza impulsado por Estados Unidos, que precedió a la retirada del ejército israelí hacia la llamada ‘línea roja’, abandonando las ciudades de Gaza y otras zonas urbanas, y acto seguido comenzó el éxodo de miles de palestinos del sur hacia el norte de la Franja. Las imágenes de este río humano formado por una multitud de gazatíes cargados de esperanza volviendo a sus hogares (a pesar de saber que probablemente no encontrarán nada), después de que Israel les forzó a desplazarse del norte al sur para destruir Ciudad de Gaza. Miles y miles de civiles palestinos (unos 200.000 según las estimaciones) caminando en un mismo sentido por la carretera Al-Rashid, la principal vía costera que conecta el sur y el norte de la Franja, bordeando el liberal mediterráneo, son los protagonistas de las imágenes aéreas que ya se convierten en icónicas, porque se han convertido en un símbolo del retorno y de la paz en el enclave, después de dos años de guerra y destrucción. Son las imágenes que recogen las principales portadas, junto con la otra noticia del día, el Premio Nobel de la Paz para María Corina Machado, la líder de la oposición al régimen de Nicolás Maduro, al que el comité noruego ha bautizado como “la campeona de la lucha por la paz”, y que significaba un golpe en el orgullo de Donald Trump, que se ha quedado sin el premio soñado a pesar de todas sus presiones, la campaña mediática y política que ha ejercido en los últimos meses. Quizás China ha acabado pagando los platos rotos con la amenaza de los aranceles que Trump ha convertido en un arma económica que utiliza a las primeras de cambio cuando le apetece.
Las fotografías de los gazatíes regresando del éxodo forzado son la imagen principal de la portada de El País, de La Razón, del Ara y de El Periódico, mientras que el ABC y El Mundo apuestan claramente por María Corina Machado, que fue distinguida por su “incansable tarea en promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha para conseguir una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, como también lo hace La Vanguardia, que este sábado tiene una portada publicitaria y hay que adentrarse más allá para encontrar la portada informativa. El País le dedica a Machado el principal titular de la portada, que les ha concedido una entrevista en exclusiva (telemática, desde su escondite clandestino), que titula así: “Maduro debe decidir, pero saldrá con negociación o sin ella”. La líder opositora venezolana también es arma arrojadiza de la prensa conservadora contra la izquierda y los socialistas, como demuestra el ABC, que asegura en su titular de portada que “el Nobel de la Paz a María Corina Machado desnuda a Zapatero”, y un editorial que titula “el Nobel que irrita a la izquierda”.
También El Mundo publica en su portada una entrevista con la flamante Premio Nobel de la Paz, en la que, entre otras cosas, se destaca un reproche hacia el gobierno español, con la frase de que “España pudo tener en Venezuela un papel estelar, pero optó por callar: la historia juzgará”. Es la constatación de que la figura de Corina Machado, a pesar de encarnar la lucha contra el régimen dictatorial de Maduro, y ser un símbolo de la resistencia liberal y democrática en América Latina, es utilizada políticamente por la derecha, que celebra este galardón porque Machado representa la oposición frontal a los gobiernos de corte socialista, y ha apoyado a Trump y otros líderes conservadores occidentales.
En la prensa catalana, sin embargo, las noticias de los gazatíes y de la premio Nobel se comparten con otras informaciones propias. El Periódico, por ejemplo, dedica el titular principal de su portada a la noticia de que “Cataluña expulsa cada semana a 10 multirreincidentes” y explica que el Ministerio del Interior ha aumentado este año en un 48% los procedimientos contra extranjeros con más de tres delitos”. La Vanguardia, por su parte, apuesta por un tema político sobre la legislatura española, y destaca en su titular principal de portada que “Junts pone precio a los presupuestos de Sánchez: 6.255 millones sin ejecutar”. Según dice el diario de los Godó, la formación de Puigdemont advierte que no negociará las cuentas de 2026 si antes no paga a Cataluña la inversión pendiente desde 2015.