Con la entrada en vigor del alto el fuego este viernes al mediodía, miles de palestinos desplazados al sur de la Franja de Gaza han comenzado a emprender el camino de vuelta hacia sus hogares, o lo que queda de ellos, en las zonas del norte del enclave. La retirada parcial de las tropas israelíes, de acuerdo con la primera fase del plan de paz impulsado por Estados Unidos, ha permitido por primera vez desde marzo un cese de los combates en toda Gaza. Ante el anuncio de la tregua, una multitud de civiles palestinos ha comenzado a caminar por los páramos devastados en dirección a Ciudad de Gaza, la principal zona urbana del norte, con la esperanza de recuperar una parte de su vida cotidiana. Aproximadamente medio millón de personas habían sido desplazadas de esta zona por las operaciones militares israelíes.
العودة الثانية الكبرى خلال عامين
— Tamer | تامر (@tamerqdh) October 10, 2025
عودة مئات الآلاف من النازحين إلى شمال قطاع غزة من جنوبه، بعد انسحاب الجيش الإسرائيلي ودخول الاتفاق حيّز التنفيذ.
إن شاء الله تكون هذه العودة الأخيرة لهم، ولا نزوح بعدها pic.twitter.com/LehQk7yt7z
Las imágenes muestran una larga columna de personas recorriendo la carretera costera de Gaza, uno de los principales ejes de comunicación norte-sur, reabierta después de estar cerrada durante días por las fuerzas israelíes. En esta ruta, decenas de miles de desplazados intentan volver a sus barrios de origen. “Gracias a Dios que mi casa todavía está en pie”, ha explicado Ismail Zayda a Reuters desde Ciudad de Gaza. “Pero el lugar está destruido, las casas de mis vecinos están destruidas, distritos enteros han desaparecido”, ha relatado. En el sur, los habitantes de Khan Yunis han intentado abrirse paso entre ruinas y polvo, caminando en silencio entre la que había sido la segunda ciudad más grande de Gaza. Ahmed al-Brim empujaba una bicicleta cargada con madera para poder cocinar. “Nuestra zona ha sido exterminada. No sabemos dónde iremos. No nos queda nada”, ha lamentado en declaraciones a la agencia.

La entrada en vigor del alto el fuego también ha abierto la puerta a un incremento urgente de la ayuda humanitaria y médica para Gaza, una de las condiciones clave del acuerdo. Según la radio del Ejército Israelí, el Estado judío permitirá que 600 camiones accedan diariamente a la Franja a través de cinco pasos fronterizos, una cifra que se acerca a los niveles previos al inicio de la guerra. Esta asistencia es vital para la población, en un momento en que la malnutrición es generalizada y algunas zonas están ya inmersas en situaciones de hambruna generalizada, según organismos internacionales especializados en crisis alimentarias. Además, equipos médicos y de rescate han empezado a movilizarse para intentar recuperar los cuerpos atrapados bajo los escombros, después de meses de combates intensos que han impedido estas tareas. Se estima que todavía hay decenas de miles de cadáveres bajo los edificios destruidos.


Después de dos años de guerra incesante, los gazatíes regresan a un territorio que apenas reconocen. Según datos de la ONU, el 92% de las viviendas en la Franja han sido destruidas o gravemente dañadas, lo que hace prever que la reconstrucción completa podría tardar más de dos décadas. El escenario con el que se encuentran los retornados es el de un inmenso desierto de polvo, con ciudades de tiendas improvisadas que se extienden hasta el horizonte y barrios enteros completamente arrasados. Hasta hace menos de dos años, Gaza era un territorio lleno de vida, con mercados llenos y calles abarrotadas a pesar de las limitaciones impuestas por Hamás y las restricciones externas. Ahora, una parte de sus dos millones de habitantes intenta volver a casa, pero lo que encuentran es un paisaje desolador y un futuro incierto.