El Gobierno ha optado por el silencio ante la concesión del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, la líder de la oposición venezolana, premiada este viernes por el Comité del Nobel como “campeona de la lucha por la paz” en un contexto de represión política en Venezuela. La elección ha dejado a Moncloa sin prácticamente reacción, a pesar de que las expectativas en algunas quinielas situaban al presidente Pedro Sánchez entre los posibles candidatos, a raíz de su apoyo a la causa palestina y la defensa activa de la solución de los dos estados. El silencio gubernamental se produce después de que el premio más emblemático y disputado de los Nobel haya recaído en una figura crítica con un régimen, el de Nicolás Maduro, que ha provocado una crisis política, económica e institucional en el país latinoamericano, según han señalado varios organismos internacionales.

La única voz del ejecutivo que se ha pronunciado hasta ahora ha sido la del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. En declaraciones a los medios, Bolaños ha querido recordar el compromiso del gobierno español con la defensa de los derechos humanos. En este contexto, el socialista ha destacado que España “trabajó intensamente” para conseguir la liberación de Machado cuando fue retenida por las autoridades venezolanas. A pesar de estas palabras, el ejecutivo de Sánchez ha optado por una reacción contenida y sin ninguna valoración política explícita sobre el significado del premio, que sitúa en primer plano a una figura fuertemente enfrentada al régimen de Maduro.

Desde Moncloa, el tono ha sido de máxima prudencia y ningún representante del gobierno español ha querido mostrar entusiasmo sobre la concesión del Nobel de la Paz a Machado. “No me corresponde a mí, claro, valorar la decisión que ha tomado el Comité del Nobel”, ha dicho Bolaños, reiterando el discurso institucional: “España siempre será un país comprometido con los derechos humanos, con la democracia, con la paz, que impera en todo el mundo”. Más allá de estas declaraciones, ni Sánchez ni ninguna otra figura destacada del ejecutivo ha hecho ninguna manifestación pública sobre el reconocimiento, un silencio que contrasta con el impacto político del galardón.

Un Nobel por su “coraje”

El Comité del Nobel ha justificado el galardón a Machado como un reconocimiento a su “coraje civil” ante un régimen autoritario. La líder venezolana, a pesar de estar inhabilitada para competir en las elecciones, ha seguido siendo la principal referente del movimiento opositor a Maduro. En un contexto en el que varios organismos internacionales han denunciado la falta de garantías democráticas en Venezuela, el premio pone el foco en su figura como símbolo de resistencia y esperanza. Aunque el candidato oficial de la oposición fue Edmundo González Urrutia, el Comité noruego ha remarcado que Machado es quien realmente “encarna la esperanza de un futuro diferente” para el país, en el que "se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y se oiga su voz".