Cuando abrimos un melón bien maduro, solemos ir directos a lo mejor: esa pulpa jugosa, dulce y refrescante que nos transporta de golpe al verano. Sin embargo, lo que casi siempre termina en la basura son las pepitas, esas semillas que consideramos un simple residuo. Pero ¿y si te dijeran que esas pepitas esconden un potencial sorprendente para preparar una horchata casera deliciosa? Esto es justo lo que propone la creadora de contenido @sabinabanzo, quien nos revela un truco sencillo, ecológico y sorprendente para aprovechar al máximo esta fruta veraniega. En lugar de tirar las pepitas al cubo, Sabina invita a convertirlas en una bebida vegetal cremosa, nutritiva y con un sabor delicado que nada tiene que envidiar a otras horchatas más conocidas. Todo, con apenas dos ingredientes y sin generar desperdicio.
Usa pepitas de melón para hacer una horchata deliciosa
El procedimiento no puede ser más fácil, y una vez lo pruebes, es muy probable que no vuelvas a ver las pepitas de melón con los mismos ojos. Lo primero es guardar todas las semillas, con su pulpa pegada, después de abrir el melón. No hace falta limpiarlas ni quitarles nada. Se colocan directamente en el vaso de una batidora potente junto con un litro de agua fría. El truco está en batirlo todo muy bien durante varios minutos, hasta que la mezcla tenga una textura lechosa. El resultado será una especie de “leche vegetal” espesa, con cuerpo, que aún contiene restos sólidos.
Para separar lo líquido de lo sólido, Sabina utiliza una tela de quesero, una gasa muy fina que permite filtrar la mezcla sin dejar pasar las partículas gruesas. Si no tienes este tipo de tela, puedes usar un colador de tela o una bolsa para hacer leches vegetales. El resultado final es una horchata clara, fresca, con notas que recuerdan al sabor del propio melón pero con una textura suave y muy agradable.
Una vez filtrada, puedes darle tu toque personal: un poco de azúcar, un toque de canela, una pizca de vainilla o incluso unas gotas de limón si prefieres un matiz más cítrico. Eso sí, lo importante es servirla bien fría, idealmente después de haberla dejado reposar en la nevera al menos un par de horas. Así, se asientan los sabores y la bebida resulta todavía más refrescante.
Este tipo de preparaciones no solo son una forma deliciosa de reducir el desperdicio alimentario, sino también una oportunidad para descubrir sabores nuevos usando lo que normalmente desechamos. Las pepitas de melón, ricas en nutrientes y con propiedades emulsionantes naturales, se revelan aquí como la base perfecta para una bebida vegetal, veraniega y sorprendente. Una receta sostenible, deliciosa y perfecta para compartir. Incluso puedes congelarla en cubitos y añadirla a tus smoothies. O servirla como aperitivo original en una cena con amigos.