Con el árbol, el pesebre, el tió y el caganer, al Parlament solo le faltaba el canto de villancicos que el año pasado recuperó el presidente de la cámara, Josep Rull. Este jueves, al acabarse el último pleno del año y antes de que los diputados se vayan de vacaciones, los más cantores se reunieron, encabezados por los integrantes de la mesa, en la escalera del Parlament para entonar unas cuantas piezas, algunas de más "modernas", como Quan somrius, y otras más clásicas, como Les dotze van tocant  Ahora bien, entre la sesentena de diputados (no llegaban a la mayoría absoluta) no había representantes de todos los partidos: Vox, la CUP y Aliança Catalana no enviaron ningún representante. También ha habido quien no se ha atrevido a unirse a los cantores, pero no se lo ha querido perder y ha seguido el recital desde unos metros de distancia. En nombre del Govern, cantó la consellera de Educació, Esther Niubó, poco después de que los sindicatos educativos convocaran una huelga para el próximo 11 de febrero después de que la reunión con el departamento fracasara. Dicen que quien canta sus males espanta. El president Salvador Illa, finalmente, no se ha sumado a la iniciativa. 

Como ya sucedió el año pasado, ha sido la diputada socialista Imma Ferret, que canta en una coral, quien ha dirigido a sus colegas, que también han entonado El trineu y el siempre presente Fum, fum, fum, probablemente uno de los villancicos más populares en todo el país.  Aunque empezaron a cantar con un poco de timidez, todos acabaron animándose e incluso moviendo el cuerpo al ritmo de los villancicos, especialmente con El trineo, la más animada de todas y que nos habla de una Navidad blanca. Aunque las previsiones meteorológicas auguran que la semana que viene será muy fría, están descartadas, por ahora, nevadas a cotas bajas. Al acabar el recital, se sirvieron neulas y turrones, además de copas de cava. 

Un regreso de la mano de Josep Rull

Las navidades volvieron al Parlament con la llegada de Josep Rull a la presidencia de la cámara, después de 18 años sin que se recuperara esta iniciativa. Ya se había hecho al menos durante tres años, entre 2004, 2005 y 2006. Ahora, con esta segunda cantada consecutiva, parece que la tradición ha vuelto para quedarse, ya que son los mismos diputados los que no se lo quieren perder. Con todo, en las redes sociales también hay quien critica la propuesta y creen que sus representantes políticos deberían dedicarse a otras tareas más importantes y no a cantar. También este jueves, después de que el parlamento andaluz aprobara los presupuestos para el próximo año (algo que de momento parece misión imposible en el país) los diputados del PP, muy contentos, entonaron Los peces en el río, en su caso dentro de la misma cámara y liderados por el presidente autonómico Juanma Moreno.