La gència Catalana de l’Aigua (ACA) ha anunciado este miércoles una ampliación significativa de las zonas con riesgo de inundación en las cuencas internas de Catalunya, que llegarán hasta los 700 kilómetros de curso fluvial. Esto supone incorporar 170 kilómetros más distribuidos en 90 tramos diferentes de ríos, barrancos y rieras. Así lo ha hecho saber el director de la ACA, Josep Lluís Armenter, durante su comparecencia en la comisión de Transición Ecológica del Parlament, donde ha explicado que el objetivo es disponer a finales de 2027 de una cartografía homologada que permita identificar de forma más precisa las zonas inundables del país. Esta nueva cartografía, ha dicho, será clave para la prevención y gestión del riesgo, especialmente en el actual contexto de emergencia climática. Para llevarla a cabo, ya se han adjudicado tres contratos que abarcan más de 1.350 kilómetros fluviales y más de 1.000 núcleos urbanos, con una inversión total que supera el millón de euros.
Para determinar los nuevos tramos fluviales que se considerarán zonas con riesgo de inundación, la ACA ha revisado los episodios más graves de inundaciones registrados entre los años 2005 y 2023. El criterio principal ha sido que estos episodios hayan provocado daños superiores al millón de euros. Según ha detallado Armenter, se han identificado hasta 45 episodios significativos en este periodo, de los cuales casi la mitad —concretamente 22— han tenido lugar entre 2018 y 2023. Esta concentración temporal, ha advertido, evidencia una “tendencia clara” al aumento de fenómenos extremos vinculados a las lluvias intensas y las crecidas súbitas de los cursos fluviales.
Armenter también ha explicado que la ACA ha publicado la Avaluació Preliminar del Risc d’Inundació (APRI) correspondiente al tercer ciclo, un documento estratégico que debe servir como base para planificar las actuaciones hasta 2033. Con esta actualización, se incorporan 44 municipios nuevos y se confirman 26 áreas costeras con riesgo, lo que, según el director de la ACA, proporciona “una fotografía mucho más completa del riesgo actual y futuro”. La elaboración de esta APRI ha tenido en cuenta diversos factores: desde inundaciones pluviales en zonas urbanas hasta el impacto del cambio climático, y se ha ampliado el análisis más allá de los daños económicos, incorporando también los efectos sobre la salud pública, el medio ambiente, las infraestructuras y el patrimonio. Entre las novedades destacadas, Armenter ha señalado la incorporación de nuevos tramos con riesgo como el barranco dels Bandolers y el del Llop en Alcanar, y el barranco de Sant Jaume en les Cases d'Alcanar.
Nuevo proyecto tecnológico
Como medida preventiva ante el aumento de situaciones de riesgo, la Agencia Catalana del Agua está impulsando un nuevo proyecto tecnológico que quiere mejorar la capacidad de anticipación ante posibles emergencias. Armenter ha explicado que se está desarrollando un sistema capaz de emitir avisos con al menos dos horas de antelación, con el objetivo de activar con tiempo suficiente los protocolos de emergencia. Esta herramienta, actualmente en fase preliminar, combinará datos meteorológicos con simulaciones a tiempo real y alta resolución de las zonas susceptibles de inundación. Para hacerlo posible, la ACA colabora con el Barcelona Supercomputing Center, que aportará su capacidad de cálculo intensivo, almacenamiento masivo de datos y soporte técnico especializado. “Será tecnología puntera al servicio de la seguridad ciudadana”, ha afirmado Armenter.