El Govern ha descartado denunciar el gag catalanófobo de Teatro Sin Papeles a la Fiscalía, o como mínimo así lo sugiere la respuesta por escrito del conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, a la pregunta que le planteó la CUP. Para quien no lo recuerde, nos referimos al espectáculo representado en julio en la presentación pública del Informe del Observatori de les Discriminacions en Barcelona, que constataba, precisamente, que el 99% de las discriminaciones lingüísticas son contra catalanoparlantes. El sketch formaba parte de la obra Esas latinas, de la compañía Teatro Sin Papeles, y mostraba cómo una persona castellanohablante intenta, sin éxito, que la atiendan los servicios médicos y administrativos públicos, ya que en ambos casos se le exige el conocimiento del catalán. Además, la protagonista consigue el nivel C2 de la lengua, pero no logra trabajo porque una empresa busca un perfil "nativo".

Como era de esperar, el independentismo cargó contra aquel espectáculo tan controvertido y la CUP, concretamente, reclamó medidas legales. En una pregunta registrada en el Parlament, el diputado anticapitalista Dani Cornellà quiso saber si el Govern denunciaría ante la Fiscalía el espectáculo catalanófobo y si consideraba que el acto podía incurrir en un delito de odio. La respuesta por escrito ha llegado finalmente este martes, en la cual el ejecutivo catalán da a entender que no puede hacer nada contra la compañía.

 

El conseller Vila explica que sí que se solicitó un informe al gabinete jurídico para evaluar si el sketch era constitutivo de un delito de odio y discriminación contra los hablantes de la lengua catalana. Este informe se emitió el pasado 2 de octubre y concluía que no había delito de odio, ya que la actuación de Teatro Sin Papeles se enmarcaba en la libertad de expresión y de creación artística. Ahora bien, el conseller de Política Lingüística ha asegurado que "el Govern considera que el contenido de este sketch tergiversa gravemente la realidad lingüística de Catalunya, fomenta la animadversión contra la lengua catalana e intenta promover estereotipos y discursos que perjudican la cohesión social en un tema tan sensible como el de las discriminaciones lingüísticas".

La respuesta del ejecutivo catalán es similar a la de la Sindicatura de Greuges de Barcelona, encabezada por el síndic David Bondia. Si bien condenó el gag catalanófobo y señaló la responsabilidad de la segunda teniente de alcalde, Maria Eugènia Gay —quien presidía el acto—, es verdad que también descartó que se tratara de un delito de odio y rechazó que tuvieran que intervenir los tribunales en el caso por la vía penal. Por su parte, el gobierno de Jaume Collboni pidió disculpas.