El gag catalanófobo durante la presentación del Informe del Observatorio de las Discriminaciones en Barcelona organizado por el Ayuntamiento de Barcelona, sigue trayendo mucha cola. Después de la indignación en las redes sociales, la denuncia de Plataforma per la Llengua y la reacción de los partidos y entidades independentistas, que no se contentaron con la primera respuesta del consistorio de la capital catalana, este viernes la CUP y Junts se han movido en el Parlament, registrando dos preguntas al Govern sobre las medidas que se emprenderán contra este gag. Por un lado, Junts ha registrado un conjunto de preguntas en relación con este espectáculo, entre las cuales "¿qué medidas legales emprenderá ante este ataque a la lengua catalana, a los catalanohablantes y a la imagen de Catalunya?". También por las acciones que prevé el Pacte Nacional per la Llengua que ninguno de los dos partidos firmó en mayo, teniendo en cuenta que se trata de un acto organizado "por una institución pública y pagado con recursos públicos".

Además, los juntaires han pedido al Govern si se ha presentado una queja formal al Ayuntamiento, encabezado por Jaume Collboni, y si la respuesta es "no" cuál es el motivo de ello. Por otra parte, también han reclamado la comparecencia del conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, para que dé explicaciones ante la cámara de lo que consideran que es un "acto catalanófobo". En un tuit este jueves, Vila expresó su "malestar" por el espectáculo en el Ayuntamiento.

La CUP denuncia un delito de odio y un ataque a la lengua

En cambio, la CUP se ha dirigido al conseller del ramo no para pedir la comparecencia, sino para enviarle una carta sobre este asunto que consideran especialmente significativo en un momento en que el catalán pierde uso social. En esta carta, firmada por la diputada Pilar Castillejo, la CUP subraya el hecho de que este escarnio contra la lengua se haya producido, precisamente, en un acto del Ayuntamiento donde quedaba patente el aumento de discriminaciones lingüísticas que sufren los catalanohablantes en el país. "El fragmento ridiculizaba a los catalanohablantes y denunciaba —en castellano— situaciones como que los médicos hablen catalán, que en los trabajos se pida la lengua del país o que en los espacios de acogida se utilice el catalán. También el hecho de que no las fichen a pesar de haber cursado 'el nivel C2 de catalán' porque no son nativas", explican al conseller. "Es un claro ataque a una lengua oficial que perjudica la convivencia y la cohesión social", sentencian.

Después de reclamar en esta misiva al conseller "las acciones legales pertinentes para denunciar este espectáculo catalanófobo por incurrir en un delito de odio y discriminación contra la lengua catalana y sus hablantes", preguntan al Govern si denunciarán el gag delante de la Fiscalía y si comparten su visión de que este acto es un delito de odio.