El Vaticano y Roma se prepara para que este miércoles, 7 de mayo, arranque el cónclave para escoger al sucesor del papa Francisco. Los cardenales, que jurarán mantener el secreto sobre sus deliberaciones, serán los encargados de votar entre ellos al sucesor del pontífice argentino y nuevo líder de la Iglesia católica. En la Capilla Sixtina, que acogerá las votaciones del cónclave, todo está listo para blindarse del mundo a partir de las 16.30 horas. Para mantener el máximo secreto, el Vaticano desactivará su red de cobertura de telefonía móvil en todo su territorio y requisará los teléfonos de los cardenales para blindar el cónclave y evitar filtraciones. La duración del cónclave es incierta, pero podría alargarse varios días, hasta culminar con la fumata blanca en la plaza de San Pedro que anuncie en el mundo la elección del nuevo papa, y en el Vaticano se escuche el famoso Habemus papam.