Un escenario diferente, pero con pocas caras nuevas. Esta es la idea que cierne sobre las elecciones al Parlament de Catalunya del 12 de mayo después que las diferentes candidaturas hayan proclamado a su cabeza de lista y, por lo tanto, la persona que han escogido para postularla a la presidencia de la Generalitat. La convocatoria de comicios anticipados, que se produjo después de que el Govern no consiguiera aprobar los presupuestos por la negativa de los comunes, ha puesto fin a la legislatura más larga desde el 2010. En estos últimos tres años, el panorama se ha transformado. El PSC ha sido primera fuerza en las catalanas de 2021, las municipales de 2023 y las españolas en Catalunya, los presos fueron indultados, la mayoría independentista se ha partido —primero, con la CUP tomando distancia del ejecutivo de Pere Aragonès y, después, con la salida de Junts— y los socialistas han votado dos presupuestos de un Govern independentista o, por ejemplo, la llave de la gobernabilidad española pasa por Catalunya con una ley de amnistía en trámite. Todo apunta a un horizonte electoral que puede ser muy diferente del de 2021, un efecto que no se nota en los 'presidenciables'.

De los ocho grupos parlamentarios que obtuvieron representación tras los comicios del 14 de febrero de 2021, solo uno de ellos cambia a su cabeza de cartel por la demarcación de Barcelona: es el caso de la CUP, que ha situado como número uno a Laia Estrada. Sin embargo, conviene destacar que Estrada ya fue la cabeza de lista de los anticapitalistas por la demarcación de Tarragona el año 2021. Por otra parte, el president en el exilio, Carles Puigdemont, capitanea por tercera vez la candidatura de Junts —ahora, bajo la marca de Junts+ Puigdemont por Catalunya—. Sobre este hecho, Puigdemont lideró de manera simbólica la última candidatura de los juntaires, ya que la candidata efectiva fue Laura Borràs. En esta ocasión, no obstante, el que es eurodiputado ha situado como objetivo su restitución al frente de la Generalitat y apuntó a su retorno "definitivo" del exilio si tiene una mayoría para presentarse a una investidura, aunque los jueces no apliquen la amnistía (que ya tendría que estar en vigor entonces). Además de él, pues, Salvador Illa (PSC), Pere Aragonès (Esquerra Republicana), Ignacio Garriga (Vox), Jéssica Albiach (comunes), Carlos Carrizosa (Ciutadans) y Alejandro Fernández (Partido Popular) repiten como cabezas de cartel de sus formaciones.

De esta manera, esta convocatoria electoral se convierte en una de las tres en la que menos cambios de candidatos ha habido. Los otros precedentes se remontan a 1995, cuando Jordi Pujol (CiU), Aleix Vidal-Quadras (PP), Rafael Ribó (ICV) y Àngel Colom (ERC) se mantuvieron como cabezas de lista, a excepción de Quim Nadal (PSC), que sustituía a Raimon Obiols. El otro es del 2006, con Artur Mas (CiU), Josep Lluís Carod-Rovira (ERC), Josep Piqué (PP) y Joan Saura (ICV) como 'repetidores', y con José Montilla (PSC) como única novedad —reemplazaba a Pasqual Maragall—.

 

Salvador Illa, a por una segunda victoria en Catalunya

Las casualidades hicieron que Aragonès decidiera adelantar las elecciones la misma semana en la que el PSC celebraba su congreso, en el cual ratificó el liderazgo de Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966) y, de rebote, su candidatura a la presidencia de la Generalitat. El actual jefe de la oposición, licenciado en Filosofía, cuenta con una dilatada trayectoria política, que inició en su municipio como concejal (1987-2005) y alcalde (1995-2005). Entre el 2005 y 2009, fue director general de Gestió d'Infraestructures de la Generalitat con los dos gobiernos tripartitos. A escala orgánica, su ascenso empezó en el año 2016, cuando fue nombrado secretario de Organización del partido, cargo que tuvo hasta diciembre de 2021, momento en el que dio el salto a primer secretario de los socialistas en Catalunya. Su primera vez al frente de la lista del PSC para el Parlament se forjó pocas semanas antes de las elecciones: aprovechando el derrumbe de Ciutadans y su popularidad como ministro de Sanidad —la crisis del coronavirus coincidió con la etapa en el Gobierno, de enero de 2020 al mismo mes de 2021—, el socialismo catalán optó por él como sustituto de Miquel Iceta a finales de diciembre de 2020. Illa conseguía la primera posición (23% de los votos y 33 diputados), una plaza que el PSC no ocupaba desde el 2003, cuando Maragall ganó las elecciones en votos pero no en escaños.

A pesar de la victoria, Illa no pudo sumar ninguna mayoría para ser president de la Generalitat, objetivo con el cual ahora parte para el 12 de mayo. Las primeras encuestas lo mantienen al frente de la carrera electoral, a la espera de que los termómetros demoscópicos acaben de calibrar el efecto Puigdemont. Como jefe de la oposición, se ha mostrado abierto a llegar a acuerdos tanto con el Govern de Esquerra Republicana —de hecho, le ha votado dos presupuestos— como con Junts per Catalunya en cuestiones sectoriales. Con él como jefe de filas del grupo parlamentario, la veda para pactar con los partidos independentistas se ha levantado, aunque insistirán a lo largo de la campaña en la necesidad de "pasar página" porque "la Catalunya del 2024 no es la del 2017".

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Salvador Illa, durante el 15.º Congreso del PSC / Foto: EFE.

Pere Aragonès busca un grupo parlamentario más amplio para seguir en el Govern

Esquerra Republicana llega a las elecciones ostentando la presidencia de la Generalitat y el Govern en solitario. A pesar de estar en minoría desde octubre de 2022 —teniendo 33 diputados de 135—, Pere Aragonès (Pineda de Mar, 1982) insistía en que quería agotar la legislatura, pero la caída del proyecto de presupuestos de 2024 hizo que en Palau ganara fuerza el escenario de un adelanto electoral. Entre las razones que los convencían, un PSC que podría llegar desgastado por la amnistía y el caso Koldo y un Junts que —hasta aquel momento— no tenía candidato. Al mismo tiempo, las malas perspectivas con la sequía en los próximos meses también motivaban esta decisión. Aragonès, president desde mayo de 2021, empezó su militancia en 1998 en el Jovent Republicà. En el plano institucional, su primer cargo fue como diputado en el Parlament de Catalunya (2006-2015 y, de nuevo, a partir de 2021), tarea que compaginó durante unos años con el acta de concejal en el ayuntamiento de Pineda de Mar (2011-2018).

La primera incursión en el Govern del licenciado en Derecho fue como mano derecha de Oriol Junqueras, siendo el responsable de la secretaría de Economia i Hisenda (2016-2018). Con el encarcelamiento de Junqueras y el nuevo Govern de Quim Torra, Aragonès se convirtió en vicepresident del ejecutivo y responsable de Economia i Hisenda. Además, desde septiembre de 2020 asumió las funciones de president por la inhabilitación de Torra. Dentro de ERC, se convirtió en coordinador nacional en el 2019. El 14 de febrero de 2021 se estrenó como cabeza de lista y quedó segundo con el 21,3% de los votos, empatado en escaños con el PSC. Junts y la CUP le dieron apoyo para ser president, apoyos que ha perdido a lo largo de la legislatura. Para los republicanos, estas elecciones van de elegir entre los "responsables" o "irresponsables" —con la mirada puesta en Junts y los comunes para no aprobar las cuentas— y para evitar tener un "delegado de La Moncloa", en referencia al PSC. De nuevo, Aragonès hará tándem con Laura Vilagrà como número 2; y en el resto de demarcaciones repiten Marta Vilalta (Lleida) y Raquel Sans (Tarragona), mientras que la novedad está en Girona con Laia Cañigueral.

Pere Aragonès ERC Lleno debate totalidad presupuestos parlamento / Foto: Irene Vilà Capafons
Pere Aragonès, después del debate a la totalidad de los presupuestos de 2024 / Foto: Irene Vilà.

Carles Puigdemont se fija la "restitución y el retorno" como objetivo con una plataforma que va más allá de Junts

Por tercera vez, el president en el exilio, Carles Puigdemont (Amer, 1962), será el número uno del espacio de Junts per Catalunya —con el matiz que en el año 2021 no era el candidato efectivo, sino que lo era Laura Borràs, y la candidatura quedó tercera con el 20,1% de los apoyos y 32 escaños—. Hace más de seis años y medio que el eurodiputado (lo es desde el 2019) está exiliado y Puigdemont ha dado el paso para buscar su "restitución" al frente de la Generalitat. En una conferencia en Elna el jueves pasado, el president en el exilio anunciaba que volverá a Catalunya para un pleno de investidura (si tiene la mayoría necesaria) y que lo hará aunque los jueces no apliquen la ley de amnistía. Periodista de profesión, Carles Puigdemont se estrenó en la política institucional el año 2006 en el Parlament como diputado (responsabilidad que tuvo hasta el año 2018) y en el 2007 también asumió el acta de concejal del ayuntamiento de Girona, consistorio que lideró entre el 2011 y 2016. Puigdemont dejó la alcaldía para ser el 130.º president de la Generalitat, mandato durante el cual se impulsó el referéndum del 1 de octubre.

Ya desde el exilio, el president se presentó a los comicios que Rajoy convocó con la aplicación del artículo 155 y lo hizo con un nombre que iba más allá del PDeCAT, Junts per Catalunya. Más adelante, convirtió esta marca en un partido, del cual ha sido presidente (2020-2022). Ahora, Puigdemont sitúa sobre el horizonte la necesidad de rehacer la unidad independentista para "reanudar el trabajo que quedó a medias" en octubre de 2017. Para conseguirlo, el president en el exilio sostiene que hace falta articular una candidatura que vaya más allá de las fronteras de Junts, hecho que se nota con la marca electoral —Junts+ Puigdemont per Catalunya— y que ha buscado con el Acord del Vernet (con el apoyo de partidos como Demòcrates, Moviment d'Esquerres, Reagrupament o Estat Català). El político gerundense defiende un proyecto de gobierno "no salga renunciado de casa o se autoimponga límites a sus ambiciones". Lo que sí que ha renovado Junts son los liderazgos de Girona, Tarragona y Lleida, donde los cabezas de lista serán Salvador Vergés, Mònica Sales y Jeannine Abella. El 6 de abril, el partido aprobará en un consejo nacional las listas, donde Puigdemont busca incorporar independientes y donde nombres como el de Josep Rull pueden estar en puestos de salida.

Puigdemont Elna / Foto: Carlos Baglietto
Carles Puigdemont, durante la conferencia que pronunció en Elna para anunciar su candidatura / Foto: Carlos Baglietto.

Vox mantiene a Ignacio Garriga y pugna por evitar el 'sorpasso' del PP

El aterrizaje de Vox en el Parlament de Catalunya se produjo con las elecciones del pasado 14 de febrero de 2021. El ascenso a escala estatal, donde consiguieron situarse como tercera fuerza del Congreso con 52 parlamentarios, también se expandió a otros puntos del Estado y Catalunya. En este sentido, la extrema derecha optó por situar a una de las que ya era de sus caras más visibles, la de Ignacio Garriga (Sant Cugat del Vallès, 1987), como presidenciable. Para consolidar su liderazgo, se ocupó de presentar e intervenir durante la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez en octubre de 2020, solo cuatro meses antes de las elecciones catalanas. Garriga consiguió situar al partido (7,7% de las papeletas y 11 actos) por delante de Ciutadans y el PP, un hito que les gustaría mantener este año.

Garriga, odontólogo de profesión, se afilió al PP el año 2005, pero acabó saliendo en el 2010 e ingresó en el partido de Santiago Abascal en 2014. Fue diputado en el Congreso entre el 2019 y 2021, año en que debutó en el Parlament de Catalunya. Dentro de su formación, es uno de los pesos pesados, dado que es el secretario general desde octubre de 2022 y también vicepresidente desde enero de este año. Nuevamente, el discurso antiinmigración y contra la amnistía centrarán la campaña y los ataques a un PP "cobarde" se doblarán.

Ignacio Garriga Vox Parlamento / Irene Vilà
Ignacio Garriga, en un pleno del Parlament / Foto: Irene Vilà.

Laia Estrada, la renovación de la CUP en Barcelona que compite con los comunes por la posición contra el Hard Rock

Tal como viene siendo habitual, la CUP ha decidido renovar a su cabeza de lista para las elecciones al Parlament de Catalunya. A pesar del cambio de los estatutos para permitir que sus cargos puedan estar dos legislaturas en la cámara catalana, los anticapitalistas siempre han presentado a un candidato a la presidencia de la Generalitat diferente: David Fernàndez (2012), Antonio Baños (2015), Carles Riera (2017), Dolors Sabater (2021) y, ahora, Laia Estrada (Tarragona, 1982). Este nombramiento, sin embargo, ha tenido que pasar por un proceso de primarias entre Estrada y Laure Vega, que será la número 2 de la tarraconense. Militante de Endavant, Estrada busca remontar las expectativas de los cupaires, que podrían estar por debajo de los números de 2021 —6,7% y nueve diputados—.

Licenciada en Ciencias Ambientales, Laia Estrada ha sido concejala del ayuntamiento de Tarragona entre el 2015 y 2021. De esta etapa, destaca que destapó el caso Inipro, trama en que quedó imputado el exalcalde socialista Josep Fèlix Ballesteros. El año 2021 llegó al Parlament después de encabezar la lista de los anticapitalistas por Tarragona. Su elección se produce en un momento en que el Hard Rock ha sido un elemento clave para entender el desacuerdo por los presupuestos: los comunes reclaman parar este proyecto y ello los llevó al 'no'. Los cupaires también son contrarios al Hard Rock y Estrada busca representar al voto ecologista en la lucha contra el proyecto. Más allá de ella, los otros tres cabezas de cartel serán Dani Cornellà (Girona), Sergi Saladié (Tarragona) y Bernat Lavaquiol (Lleida).

Laia Estrada, candidata de la CUP/ Europa Press
Laia Estrada, en la sede de la CUP / Foto: Europa Press.

Jéssica Albiach aspira a hacer que los comunes condicionen un Govern "progresista"

Después de tumbar los presupuestos con el pulso del Hard Rock, los comunes se presentan a la convocatoria electoral con el objetivo de poder formar parte de un Govern "progresista" que haga cambiar a una ERC "que no ha salido adelante" y a un PSC que "apuesta por políticas obsoletas". Mantendrán al frente a Jéssica Albiach (València, 1979), que el pasado 2021 reunió un 6,9% de los votos y ocho parlamentarios. Albiach es periodista de profesión y el año 2014 se afilió a Podem. En el 2015, dentro de la plataforma Catalunya Sí que es Pot, consiguió acta de diputada. Inmediatamente, se convirtió en una de las voces más destacadas de la confluencia y en el 2016 fue nombrada coordinadora nacional de Catalunya en Comú. En diciembre de 2023 dejó su militancia en Podem.

El 'ticket' de los comunes en Barcelona cuenta con los fichajes de Lluís Mijoler (alcalde del Prat de Llobregat y contrario en la ampliación del aeropuerto del Prat) y el independiente Andrés García Berrio (abogado y activista en defensa de los derechos humanos). Con respecto al resto de demarcaciones, habrá cambios en Girona —donde el número uno es Eloi Badia, exconcejal del ayuntamiento de Barcelona y, ahora, diputado en el Congreso—, en Tarragona —Yolanda López, exdirigente de Podem, liderará el ticket electoral— y en Lleida —la jefa de filas será Elena Ferre. La incógnita es si los comunes reeditarán la alianza con Podem, unas opciones que parecen bastante remotas.

Jessica Albiach EnComú Lleno debate totalidad presupuestos parlamento / Foto: Irene Vilà Capafons
Jéssica Albiach, en una intervención en el debate a la totalidad de los presupuestos de 2024 / Foto: Irene Vilà.

La última opción de Ciutadans para sobrevivir, con Carlos Carrizosa como candidato

Ciutadans se juega su supervivencia en las elecciones catalanas y europeas. El partido naranja solo conserva representación en el Parlament de Catalunya y en la Eurocámara, y las encuestas apuntan a su desaparición de ambas cámaras legislativas. En un primer momento, la formación defendía una candidatura "constitucionalista" con el PP, pero los populares querían una integración y no tocar sus siglas, motivo que impidieron un acuerdo y que evidenció las diferencias entre la dirección de Cs en Madrid (su secretario general, Adrián Vázquez, ha dimitido) y la de Barcelona. Finalmente, los naranjas se presentarán en solitario con Carlos Carrizosa (Barcelona, 1964) como candidato. Quien ya ha comunicado que no formará parte de la lista es Anna Grau, que deja la política.

Buena parte de los votantes de Ciutadans irán, según las encuestas, al PP. Es por eso que Carrizosa está centrando sus primeros mensajes de campaña en atacar a los populares. Según el dirigente naranja, el partido de Alberto Núñez Feijóo pretende "amoldarse al catalanismo" y no quiere hacer "oposición" a Junts porque "en un futuro les puede ayudar para acceder a La Moncloa". El abogado de profesión ha cargado con contundencia contra Alejandro Fernández y lo considera un "candidato marioneta y títere de Feijóo".

Carlos Carrizosa debate política general parlamento catalunya carlos baglietto
Carlos Carrizosa, en el Parlament de Catalunya / Foto: Carlos Baglietto.

El PP quiere recuperar impulso electoral en Catalunya y mantiene a Alejandro Fernández

Un "parto delicado". Así es como describió este miércoles Alejandro Fernández (Tarragona, 1976) la gestión del PP para escogerlo de nuevo como candidato a la presidencia de la Generalitat. Después de conseguir los peores resultados de la historia de los populares en Catalunya (3,8% y tres escaños), Alberto Núñez Feijóo quería renovar al cabeza de lista para unos comicios donde su formación puede quintuplicar su presencia en la cámara catalana, según las encuestas. Dolors Montserrat, Manu Reyes, Daniel Sirera o incluso Nacho Martín Blanco son algunos de los nombres internos que habían estado encima de la mesa para ser el número uno en el Parlament. Pero en el pulso se ha acabado imponiendo Fernández. Concejal del ayuntamiento de Tarragona entre 2003 y 2016, el licenciado en Ciencias Políticas pasó antes por el Congreso de los Diputados (2011-2015) antes de aterrizar en el Parlament, donde tiene acta desde el 2015. En el ámbito orgánico, es el presidente del PP catalán desde noviembre de 2018, un liderazgo cuestionado por algunos dirigentes y que hace tiempo que está en un proceso de renovación que Génova no acaba de activar.

Alejandro Fernández acto PP / Foto: Irene Vilà Capafons
Alejandro Fernández, en el acto de proclamación de su candidatura / Foto: Irene Vilà.

Los populares salen a la arena electoral con una doble consigna: "Acabar con el procés y el sanchismo". La candidatura de Alejandro Fernández buscará "aglutinar el voto constitucionalista" y desmarcar al PSC de este constitucionalismo recogiendo apoyos que los de Illa tenían. Entre los motivos que les hacen pensar que lo pueden conseguir, que el 30% de los votantes del PSC son contrarios a la ley de amnistía, según el CEO. Aunque quedan 42 días para las elecciones, las seis semanas que ahora vienen serán ya de campaña permanente.