KGM presenta el Tivoli como una de las propuestas más completas y competitivas del mercado de SUV compactos económicos. Con un precio de partida por debajo de los 16.000 euros, este modelo se posiciona como una alternativa directa a referencias como el MG ZS o el Dacia Duster, pero con una dotación de serie notablemente más amplia. Todo indica que el objetivo es ofrecer un producto equilibrado que no dependa únicamente del precio como argumento principal.
El Tivoli destaca por incorporar, incluso en su versión básica, elementos habitualmente reservados para acabados superiores: climatizador automático, control de crucero, sensores de aparcamiento, pantalla táctil con conectividad y llantas de aleación. Esta dotación refuerza su atractivo frente a competidores que suelen requerir paquetes opcionales para alcanzar un nivel de equipamiento similar. El diseño también responde a un enfoque moderno, con una carrocería de proporciones bien resueltas y un interior funcional y actualizado.
Desde el entorno del fabricante no se oculta la intención de atraer a un perfil de usuario que busca un SUV accesible pero sin concesiones en confort o tecnología. El Tivoli apunta a ese espacio intermedio entre los modelos de acceso muy básicos y las opciones de gama media que, con equipamiento similar, superan con holgura los 20.000 euros. En este sentido, la versión ofertada actualmente ronda los 16.600 euros, con promociones activas que lo sitúan como uno de los SUV más completos en esa franja de precio.
Cabe destacar que, aunque por el momento la gama está centrada en motorizaciones térmicas, el modelo cumple con los estándares de eficiencia del segmento. Se espera que en futuras actualizaciones pueda incorporar soluciones mild‑hybrid para obtener etiqueta ECO, aunque el enfoque actual prioriza la simplicidad técnica y el coste de uso reducido, sin complejidades añadidas para el usuario.
Un SUV económico con planteamiento sólido y equipamiento de serie completo
Llama especialmente la atención que el Tivoli no base su propuesta solo en el precio, sino en una combinación de argumentos prácticos y dotación cerrada. A diferencia de otros modelos que parten de versiones básicas muy limitadas, aquí se parte de un estándar de confort y asistencia al conductor que lo sitúa por encima de la media del segmento. La sensación general es de un producto bien resuelto, orientado al uso diario sin renuncias significativas.
Estéticamente, el modelo mantiene una línea sobria pero actual, con una parrilla de diseño definido, ópticas LED y proporciones que le permiten un buen aprovechamiento del espacio interior. La habitabilidad en plazas traseras y la capacidad del maletero también refuerzan su perfil como vehículo familiar o polivalente. En el interior, la presentación es sencilla pero cuidada, con materiales correctos y una disposición intuitiva de mandos.
Por otro lado, la estrategia de precio cerrado con equipamiento completo evita sorpresas en la configuración final, lo que facilita la comparación directa con rivales que escalan rápidamente en precio al incorporar elementos similares. Esta transparencia comercial encaja con un posicionamiento que busca ser competitivo sin perder coherencia.
En definitiva, el KGM Tivoli plantea una alternativa firme en el segmento de SUV compactos asequibles. Su combinación de precio, dotación y diseño lo sitúa como un modelo con argumentos sólidos para quienes priorizan funcionalidad, sin tener que renunciar a un equipamiento actual ni asumir costes superiores por prestaciones básicas. Una fórmula que podría situarlo como una referencia real entre las opciones económicas con vocación práctica.