Durante años hemos seguido ciertos hábitos en la cocina, casi de forma automática, sin cuestionarlos. Uno de los más comunes tiene que ver con cómo guardamos los huevos en casa. Abrimos la caja, los colocamos en la puerta de la nevera o los dejamos en su cartón sobre una repisa sin pensar mucho más. Sin embargo, un creador de contenido llamado @cobardesygallinas ha revolucionado Instagram al explicar, de forma clara y sencilla, por qué lo estamos haciendo mal. Su vídeo acumula miles de visualizaciones y no es para menos: lo que cuenta no solo tiene lógica, sino que además puede ayudarnos a conservar mejor los huevos y evitar riesgos innecesarios.
El truco para conservar mejor los huevos en la nevera
Lo primero que deja claro este experto es algo que muchos ignoran: el cartón original de los huevos no debería guardarse nunca en la nevera. ¿El motivo? Estos envases están diseñados para el transporte, no para la conservación en frío. Están fabricados con materiales porosos que, con la humedad del refrigerador, pueden convertirse en un caldo de cultivo perfecto para bacterias y moho. Además, el cartón puede haber estado en contacto con suciedad o incluso heces durante el proceso de envasado y transporte. Por eso, meterlo en la nevera junto a otros alimentos es una pésima idea. La clave está en separar los huevos de su envase original en cuanto se llega a casa y colocarlos en un recipiente limpio, preferiblemente de vidrio o plástico apto para alimentos, dentro del frigorífico.
Lo que no debemos hacer nunca es guardarlos en el cartón original
Otro mito que desmonta este creador es el de la obligatoriedad de refrigerar los huevos. En realidad, no existe ninguna ley que exija conservarlos en frío. De hecho, en muchos países europeos se venden a temperatura ambiente. No obstante, si queremos que duren más tiempo y mantener su calidad, lo ideal es guardarlos en la nevera. Lo que sí hay que evitar a toda costa es dejarlos cerca de fuentes de calor, como ocurre en muchas cocinas, donde los huevos acaban almacenados justo al lado de la placa o del horno. El calor constante y la variación de temperatura reducen su vida útil y favorecen el crecimiento bacteriano.
Así que si quieres alargar la vida de tus huevos y consumirlos con total tranquilidad, el truco es sencillo: olvida el cartón en la nevera, mantenlos alejados del calor y guárdalos en frío con sentido común. A veces, cambiar un pequeño gesto en nuestra rutina diaria puede marcar una gran diferencia en seguridad y calidad alimentaria.