Cuando llega el verano, las reuniones al aire libre se multiplican, y con ellas, las barbacoas se convierten en uno de los planes favoritos. El calor invita a aprovechar al máximo los jardines, terrazas o patios, especialmente en casas equipadas con parrillas o barbacoas de obra, donde disfrutar de una buena comida a la brasa es sinónimo de celebración. Aunque es importante recordar que no se puede hacer fuego en cualquier lugar por el riesgo de incendios, en entornos controlados y autorizados, cocinar al carbón o con leña sigue siendo un auténtico placer estival.
El corte de carne que parece chuletón y te ahorra dinero
En este tipo de encuentros, la carne reina indiscutiblemente. Diversos estudios revelan que más del 60% de los españoles organizan o participan en barbacoas durante los meses de calor. Y no es algo puntual: un 18% asegura que las prepara también el resto del año. Entre todos los alimentos que se cocinan, la carne ocupa el primer lugar, elegida por cerca del 90% de los aficionados a este tipo de cocina. Dentro del abanico de opciones: hamburguesas, brochetas, chorizos o morcillas hay un corte que destaca por encima de todos: el chuletón.

El problema del chuletón es su precio. Si bien es una carne deliciosa, el coste puede dispararse según el tipo y la procedencia. El kilo de vaca vieja ronda los 25 euros, pero si se trata de razas como Simmental o de buey, los precios pueden escalar a 90 o incluso 150 euros por kilo. Por eso, muchos carniceros aconsejan un corte alternativo mucho más económico que guarda gran parecido en textura y sabor: la aguja de ternera.
El coste del chuletón puede dispararse según el tipo y la procedencia
Esta pieza proviene de la parte delantera del animal, en la zona cercana al cuello y el hombro. Aunque en principio podría parecer que no es un corte especialmente tierno, en realidad es todo lo contrario. Tiene una excelente infiltración de grasa, lo que le aporta una jugosidad muy valorada, y proviene de un músculo que no se ha ejercitado tanto como otras zonas, lo que mantiene la carne suave. El resultado es un sabor profundo, muy cercano al del chuletón, pero a un precio mucho más asequible.

Además, la aguja de ternera se adapta a múltiples preparaciones. Aunque es común usarla para guisos o estofados, funciona perfectamente a la parrilla si se corta en filetes gruesos. Para sacarle el máximo partido, conviene marinarla previamente con especias o hierbas, y sobre todo, dejar que repose a temperatura ambiente antes de cocinarla. Así, conseguirás una carne tierna, sabrosa y con el punto justo de grasa, ideal para triunfar en tus barbacoas sin vaciar el bolsillo.