El president Carles Puigdemont ha aceptado este viernes, coincidiendo con los seis meses de la declaración de independencia del Parlament de Catalunya, que se está en un camino que "no es sencillo, fácil ni rápido, que está cargado de dificultades" pero que "es un camino irreversible".
En una entrevista en TV3, se ha mostrado preocupado por los encarcelados y por los exiliados pero, según explica, "eso muestra que hay una grave anomalía democrática en el estado español y nosotros formamos parte de la solución". En este sentido ha asegurado que "en Berlín la gente se pregunta por qué el Estado español no empieza a dialogar".
Sobre la suspensión de la primera declaración de independencia del 10 de octubre, ha dicho que "seguramente se ve como un error" pero lo ha justificado con el objetivo de "querer dejar la puerta abierta al diálogo".
Puigdemont ha instado a "gestionar el tiempo según nuestro calendario", en lugar de hacerlo según "las prisas y las necesidades que tenga un adversario que cada vez es más autoritario". "Con paciencia, con persistencia, con perseverancia llegaremos al final y llegaremos bien", ha sentenciado.
"Tenemos un pueblo con actitud de paz que está fascinando al mundo", ha recordado, pidiendo que "por más provocaciones que haya no la cambiaremos y no lo tenemos que cambiar". "Tomaremos las decisiones siempre respetando el resultado de las urnas del 21 de diciembre, cosa que no hacen los partidos unionistas ni el Estado español, y respetando la fidelidad al 1 de octubre", ha afirmado.