Aunque muchos de vosotros penséis que la ventilación en un hogar no es muy importante, la realidad es que ventilar correctamente puede ser un factor fundamental para muchos ámbitos de vuestra salud. A continuación os daremos una serie de consejos para que cuando ventiléis vuestra habitación o cualquier rincón de vuestra casa os aseguréis de hacerlo correctamente. 

Errores a la hora de ventilar

Para empezar, debe tener claro que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo de la semana en el interior de nuestra casa, un factor a tener en cuenta, ya que en el interior de su hogar el aire estará mucho más contaminado que en el exterior. Por si fuera poco, en invierno el aire empeora mucho, debido a que comienza la temporada de frío. Aun así, no todo es tan fácil como abrir y dejar que el aire del exterior pase eternamente durante horas porque puede llegar a ser contraproducente.   

Finestra

Una ventilación adecuada de la vivienda es un elemento clave para mantener una buena calidad del aire interior y evitar la acumulación de contaminantes. En los espacios cerrados se concentran sustancias como el dióxido de carbono, la humedad o partículas procedentes de la cocina y de los productos de limpieza. Cuando el aire no se renueva con suficiente frecuencia, estos elementos pueden alcanzar niveles que afectan al bienestar general y al correcto funcionamiento del sistema respiratorio

A diferencia de otros espacios compartidos, como centros de trabajo o escuelas, en el hogar la ventilación depende casi por completo de los hábitos de las personas que viven en él. Esto hace que a menudo se ventile de manera puntual o insuficiente, sobre todo en periodos de frío o calor intenso. El hecho de no percibir olores o sensación de ambiente cargado no garantiza una buena calidad del aire, ya que algunos indicadores, como la concentración de CO₂, pueden aumentar sin que sea fácilmente perceptible.

¿Cómo ventilar nuestro hogar?

La manera más eficaz de ventilar es abrir las ventanas de forma puntual pero intensa. Cuando la vivienda lo permite, la ventilación cruzada, abriendo ventanas o puertas en fachadas opuestas o en puntos alejados, acelera mucho la renovación del aire y asegura que llegue a todas las estancias. En estos casos, pocos minutos pueden ser suficientes para renovar gran parte del aire interior, tanto en invierno como en verano, por lo que no es necesario mantener abiertas las ventanas muchas horas, tal como hace mucha gente. 

El orden en que se ventila también es importante. Es preferible que el aire entre por los espacios más limpios, como salones o dormitorios, y salga por las zonas más contaminadas, como la cocina o los baños. Esto ayuda a evitar que el aire con olores o partículas se redistribuya por toda la casa