El discurso sobre la "normalización" y la convivencia que abandera el president de la Generalitat, Salvador Illa, ha protagonizado la intervención que este viernes ha pronunciado en Euskadi, donde ha defendido la aplicación plena de la amnistía para los líderes del procés y ha subrayado que el sistema español permite defender la independencia dentro del marco legal, aunque ha evitado concretar cuáles tendrían que ser las consecuencias finales de un apoyo ciudadano a esta opción.
"La convivencia es el bien más preciado que tenemos. Nuestra propia historia así nos lo enseña. Catalunya y Euskadi sabemos muy bien los efectos negativos porque los hemos sufrido de manera trágica cuando esta convivencia se rompe", ha asegurado Illa tan pronto como ha iniciado su intervención en el Gran Hotel Lakua de Gasteiz, desde donde ha subrayado que la convivencia obliga a garantizar la pluralidad política e incluir a todo el mundo como actores políticos democráticos.
Convivencia incompleta
Illa ha advertido, sin embargo, en el turno de preguntas, que el avance que defiende en la "convivencia" en Catalunya no está completo porque queda pendiente la aplicación plena de la amnistía, que ha descrito como un ejercicio de generosidad e inteligencia política con pocos precedentes en España —"quizás algunos referidos al País Vasco", ha añadido—. En este punto, ha subrayado que una democracia es un juego de equilibrio de poderes dentro del cual ha reclamado que el poder judicial respete el acuerdo del poder legislativo, que aprobó la ley de amnistía, que ha sido refrendada por el Tribunal Constitucional. "Cuando un poder quiere invadir espacios que no le corresponden, vamos mal, rompemos este equilibrio", ha advertido.
Siguiendo el hilo de su argumentación, el president ha reclamado que Carles Puigdemont pueda volver a Catalunya y que acabe la inhabilitación de Oriol Junqueras para que se pueda volver a presentar a las elecciones, como último paso para la "normalización". Según Illa, este es el paso que falta para dar, por lo que ha mostrado el deseo de que se dé cuanto antes mejor.
Independentismo
"A partir de aquí, nuestro sistema de convivencia, afortunadamente, permite que si alguien piensa que lo mejor para Catalunya o Euskadi o Galicia o Castilla-La Mancha es la independencia, lo pueda defender y lo pueda argumentar. Y si tiene el apoyo ciudadano, ya veremos, siempre que se haga en los límites y canales de nuestro marco de convivencia", ha añadido, para defender acto seguido, el camino del reforzamiento del autogobierno y la apuesta por una España y una Europa de horizonte federal por la que apuesta al PSC.
Illa ha asegurado que precisamente el objetivo de su reunión con Puigdemont el pasado 2 de septiembre en una sede oficial de la Generalitat, como es la Delegación del Govern ante la UE, tenía precisamente como objetivo reclamar eso. "¿Por qué tenemos miedo a un futuro en que estemos todos?", se ha preguntado.
El president ha acudido a Euskadi a explicar su propuesta de prosperidad compartida, que ya ha expuesto en diferentes puntos del Estado español. Esta tarde, se reunirá con el lehendakari vasco, Imanol Pradales, y con el consejero de vivienda del gobierno vasco, el socialista Denis Itxaso. La presentación del acto ha quedado en manos de la alcaldesa de Gasteiz, Maider Etxebarria, con quien se ha reunido previamente en el Ayuntamiento.
Carga contra el PP
A lo largo del turno de preguntas, Illa ha reprochado la intervención del PP para bloquear la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera en Europa cuando, según él, el sentimiento general era favorable. "No tenían que hacer ninguna llamada. Había bastado con que no levantara el teléfono. Y lo ha levantado para decir que no se hiciera. Y después nos damos golpes en el pecho a favor de España. ¿Qué España? ¿La España en la que catalán y euskera son provincianos? ¿Que solo piensa en Madrid DF? ¿Que solo piensa en bajar impuestos a los que más tienen?", ha denunciado.
"Eso yo no lo olvido y no lo tendrían que olvidar tampoco los ciudadanos de Euskadi", ha remachado el president, que, por el contrario, ha asegurado que ayer telefoneó al alcalde de Badalona, el popular Xavier Garcia Albiol, por sus palabras de este jueves en relación con el Pacto Nacional por la lengua que le han provocado las críticas dentro del PP.