En el año 987, hace más de mil años, se producía un transcendental cambio en el trono de Francia. Hugo Capeto, miembro de una rama menor de la familia real, se convertía en el nuevo rey. Pero el conde Borrell —representante del poder central en el extremo sur del reino— decidió no acudir a la coronación y no renovar el pacto de vasallaje al nuevo rey. Aquella decisión crearía una especie de vacío político y jurídico en el extremo sur del reino, que derivaría en la independencia del territorio. Pero, ¿cómo fue la historia?