El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, ha anunciado que volverá a retirarse de la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la cultura, por segunda vez bajo su mandato y por las mismas razones que en la primera ocasión. El Departamento de Estado de los EE.UU., dirigido por Marco Rubio, ha explicado este martes en un comunicado que, según el escrito, la UNESCO tiene una agenda orientada "a promover causas sociales y culturas divisivas", así como "una agenda globalista e ideológica para el desarrollo internacional que está en desacuerdo y contradice nuestra política exterior del 'América First' (América primero)".
"Seguir participando en la UNESCO no redunda en el interés nacional de los Estados Unidos", explicó la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, en un comunicado dónde añade que "la decisión de la UNESCO de admitir al 'Estado de Palestina' (entre comillas en el comunicado) como en estado miembro es altamente problemática, contraria a la política de los Estados Unidos y ha contribuido a la proliferación de la retórica antiisraelí dentro de la organización". Además, el Departamento de Marco Rubio también afirma que "la UNESCO mantiene un enfoque desproporcional en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU".
En otro comunicado, en este caso de la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Anna Kelly, se acusa la organización de promover "demasiadas causas políticas y sociales progresistas y divisivas que están totalmente desconectadas de las políticas de sentido común por las que votaron a los estadounidenses el pasado noviembre". Kelly conluye el comunicado afirmando que "este presidente siempre pondrá los Estados Unidos en primer lugar y se asegurará que la pertenencia de nuestro país a todas las organizaciones internacionales se alinee con nuestros intereses nacionales".
La reacción internacional
Con esta ya son tres las veces que Washington ha anunciado la salida de la UNESCO. Ya lo hizo el año 1984 con Ronald Regan al frente y en el 2017 en el primer mandato de Trump. Pero esta vez la UNESCO ha reaccionado de forma más tranquila afirmando que "aunque lamentable, este anuncio era previsible y la UNESCO se ha preparado por eso". Su directora general, la francesa Audrey Azoulay, ha recalcado que las razones del abandono "son las mismas que hace siete años".
El presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país alberga la sede de la UNESCO en París, no tardó en mostrar su apoyo "indestructible" a la organización, como "protectora universal de la ciencia, los océanos, la educación, la cultura y el patrimonio mundial". A pesar de que la aportación estadounidense al presupuesto regular de la organización representa el 22% (pero solo el 8% del presupuesto total), el presidente de Francia ha afirmado en un tuit en su perfil oficial de X que "la retirada de los Estados Unidos no debilitará nuestro compromiso con los que lideran esta lucha".