Silvana Bini, más conocida como nonna Silvi, es la madre de Marco, propietario de la panadería Martini, en la población de Castelfiorentino (Italia), donde también trabajan sus nietos Gabriele y Simone. Últimamente, sin embargo, ya tienen una segunda panadería y punto de venta de sus panes rústicos en Montelupo.

Pues bien, como quien no quiere la cosa y sin ninguna intención, sino más bien jugando, hace unos años la abuela toscana empezó a publicar en Instagram recetas de pasta italiana grabadas por su hijo, y la sorpresa fue mayúscula, ya que los contenidos se hicieron virales hasta el punto de convertirla, al cabo de pocos meses, como digo, en un fenómeno mundial.

Silvana Bini


Cabe decir que sus recetas tienen ese punto de Arguiñano, con la abuela contando historias y cantando mientras realiza las elaboraciones. Es, quizás, por eso que sus recetas se han convertido en imprescindibles en todos los hogares, de las que todo el mundo habla, y tanto los jóvenes como los no tan jóvenes, pero también los abuelos, es decir, las tres generaciones, las utilizamos cuando conviene hacer un plato de pasta perfecto.

Como os podéis imaginar, aquí lo que cuenta no es la receta en sí misma, que, por cierto, va por los 55 millones de visualizaciones; lo que cuenta es cómo lo explica

Tanto es así que su cuenta de Instagram, @lanonnasilvi, todo un éxito inesperado, acumula más de cuatro millones de seguidores, y la de TikTok va por el mismo camino. Lo cual le ha comportado que, pese a sus 82 años, fuera invitada hace un par de años al senado de la República Italiana para recibir el Premio Assotutela 2023 a la Excelencia Italiana, una distinción reconocida por el Ministerio de Desarrollo Económico, según leo en el diario La Nazione. Además, unos meses más tarde fue invitada de nuevo para conocer personalmente al presidente de la república Sergio Mattarella.

Silvana Bini

Pero ¿qué tiene la carbonara de la Nonna Silvi que no tengan las demás? Pues, así entre nosotros, nada, la famosa carbonara de Silvana Bini no tiene nada de especial, es la tradicional italiana de toda la vida. Se empieza friendo la panceta italiana, que la llaman guanciale, en la sartén, y cuando está dorada se reserva en un plato. Acto seguido, en la misma sartén, se echan los espaguetis hervidos al punto y se les añade la crema compuesta por queso pecorino, parmesano, huevos y el agua de la cottura en las proporciones justas, tal como explica la receta, para finalmente disponer la panceta frita por encima. Tan sencillo y tan fácil a la vez.

Seguiremos muy de cerca la cuenta de esta abuela cocinera, porque su toque de simpatía y pasión es único y porque sus recetas también lo son, aunque no lo parezca.