La Comisión Europea ha anunciado este jueves que ha impuesto una multa de 875 millonesBMW y Volkswagen por haber formado un cártel para evitar competir entre sí a la hora de desarrollar tecnologías para reducir la emisión de gases contaminantes durante cinco años.

Del total de la multa impuesta, el grupo Volkswagen, que también es propietaria de otras marcas como Audi o Porsche, tendrá que pagar 502,362 millones de euros y BMW los 372,827 millones restantes. Aparte, el otro gran grupo automovilístico alemán, Daimler, fabricante de Mercedes, se ha ahorrado esta multimillonaria multa, a pesar de participar del cártel, porque fue quien reveló a la Comisión la existencia de esta operación.

"Los cinco fabricantes de coches Daimler, BMW, Volkswagen, Audi y Porsche tenían la tecnología para reducir las emisiones perjudiciales más allá de lo que requieren legalmente los estándares de emisiones de la Unión Europea. Pero evitaron competir en el uso de todo el potencial de esta tecnología para limpiar mejor de lo que exige la ley", ha asegurado en un comunicado a la vicepresidenta comunitaria y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.

Según las investigaciones de la Comisión, las cinco empresas colaboraron desde junio de 2009 hasta octubre de 2014 intercambiando información sobre sus tecnologías para reducir emisiones de óxido de nitrógeno. Eso provocó, en última instancia, que se limitara el desarrollo técnico de estas tecnologías, infringiendo la normativa europea.

Se trata de la primera decisión de la Comisión Europea que sanciona un cártel basándose únicamente en la restricción del desarrollo técnico y no para fijar precios, repartirse el mercado o los consumidores. Los cinco fabricantes mantuvieron reuniones técnicas para discutir el desarrollo de la tecnología de reducción catalítica selectiva, que elimina las emisiones de este óxido de nitrógeno (NO) de los coches de pasajeros diésel a través de la inyección de urea (también llamada "AdBlue") en la corriente del gas de escape.

Durante estas reuniones, que se prolongaron cinco años, las empresas se confabularon para evitar competir para eliminar estas emisiones mejor de lo que exige la legislación europea, a pesar de que la tecnología para eso estaba disponible, explicó la Comisión.

Concretamente, Daimer, BMW y Vokswagen llegaron a un acuerdo sobre el tamaño y rango de los depósitos de AdBlue y a un "entendimiento común" sobre la media estimada de consumo de este producto, al mismo tiempo que intercambiaron información comercialmente sensible sobre estos elementos. Por lo tanto, según la Comisión, eliminaron cualquier incertidumbre sobre su futura conducta en el mercado de eliminación de emisiones de NO más allá de los requisitos legales y sobre los rangos de recarga de AdBlue.

"Eso significa que limitaron la competencia en características del producto relevantes para los consumidores", ha asegurado el Ejecutivo comunitario en el mismo comunicado, subrayando que esta conducta viola las normas comunitarias para limitar el desarrollo tecnológico.

Vestager también ha señalado que la decisión de hoy es un ejemplo de como la "legítima cooperación técnica" entre empresas "funcionó mal" destacando que Bruselas "no dudará a actuar enfrente de todas las formas de cártel que pongan en peligro" los objetivos climáticos de la UE.

Todas las empresas han reconocido su participación en el cártel y llegaron a un acuerdo con la Comisión para cerrar el caso, por lo cual se aplicaron reducciones a la cuantía de la multa, del 10% en el caso de BMW y del 45% en el del grupo Vokswagen, que además cooperó en la investigación. También se tuvo en cuenta que se trata de la primera decisión de este tipo. Daimler se libró de la sanción, que hubiera ascendido a 727 millones, para revelar el cártel.