La flota de trenes del Metro de Barcelona se ampliará con 39 nuevos convoyes, 22 de los cuales estarán destinados al refuerzo del tronco central de la L9/L10, y 17 para mejorar la frecuencia en las otras líneas, segundos que ha anunciado esta noche el president de la Generalitat, Salvador Illa, en el acto institucional de celebración del centenario del Metro de Barcelona. Se prevé que este importante paquete de nuevos trenes, que supondrá una inversión de 331 millones de euros, comporte que los primeros convoyes se puedan incorporar a la red de Metro el año 2029, cuando, por lo menos, ya deberían haber entrado en servicio al menos cuatro nuevas estaciones del tronco central de l'L9/L10.

La inversión supondrá la compra por parte de las administraciones consorciadas en la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), es decir, la Generalitat de Catalunya con un 51%, el Ayuntamiento de Barcelona con un 25% y el Àrea Metropolitana de Barcelona con un 24%, y la previsión es que TMB inicie el proceso de licitación de la compra este mes de julio y que la adjudicación sea durante la primavera de 2026. El objetivo de esta compra es la de poder incrementar el número de convoyes por línea, de manera que se podrá mejorar la frecuencia de paso, especialmente en hora punta, así como dotar de más convoyes las líneas L9 y L10 con la perspectiva de la abertura integral del tronco central, todavía sin fecha definitiva.

Frecuencias por debajo de los 3 minutos en las líneas con más pasaje

Los 17 trenes nuevos que irán a las líneas convencionales se distribuirán de la siguiente manera: 6 serán para la L1, 3 para la L2, 4 para la L3 y 4 para la L4. En la línea 3, 4 trenes de los que están circulando actualmente se pasarán a la L5. El plan de mejoras de frecuencias con esta compra supondrá que en la L1 y la L5 -que son las que llevan más pasaje- se pase de los 3 minutos (3:05) actuales a hora punta en L1 en 2:38 cuando estén todos los trenes. En el caso de la L5 esta reducción sería de los 2:29 actuales a los 2:15. También la L2 que actualmente tiene una frecuencia de 3:15 -siempre en hora punta- bajará de los 3 minutos en 2029, con 2:50. Finalmente, la L3 y la L4 bajarán el tiempo de paso de 3:28 a 3:20 y de 3:57 en 3:26.

La capacidad de pasaje también crecerá con estos nuevos trenes, cosa que permite la absorción del aumento de la demanda que se prevé y generando un mayor confort, ya que el pasaje tendrá más trenes en los cuales repartirse. Una vez lleguen los nuevos convoyes, la L5 pasará a ser la línea con más trenes con 45, después está la L1 que tendrá 44, mientras que la L3 contará con 30, la L4 con 27 y la L2 con 25. Hay que recordar que las líneas con mayor densidad de pasaje son la L1 y la L5, que juntas suman más del 50% de los viajes. De hecho, el aumento del pasaje de los últimos años han hecho que esta compra de trenes sea ya totalmente necesaria. El año 2024 se registró un incremento de validaciones del 6,5% con respecto a 2023 y de cerca del 14% respecto del año 2019. Y este año ya se está registrando un crecimiento del 2% con respecto al año anterior, llegando prácticamente cada día laborable a los 1,6 millones de validaciones. Durante estos años se han incorporado solo 10 trenes en las líneas convencionales por incremento de flota. El resto de convoyes han sido para sustituir otras unidades.

Compra de 22 trenes para dar servicio al tramo central de la L9

Con respecto a los otros 22, están pensados para poder dar servicio al tramo central de la línea 9. De hecho, las nuevas unidades se destinarán a la línea 2 y 22 de los trenes actuales de la línea 2 pasarán a la L9 porque son de la misma serie que los que están corriendo ahora por las líneas automáticas. La licitación contempla que los nuevos trenes sean más accesibles, implementando los estándares más avanzados, pero también más sostenibles con una mejora del consumo energético, ya que serán trenes más ligeros y eco-diseñados (contando con materiales reciclables). Aparte, se requiere la incorporación del mantenimiento basado en condición (CBM) que permitirá reducir los costes de mantenimiento. Los nuevos trenes también tendrán que cumplir las últimas normativas en materia de ciberseguridad así como incorporar mejoras en materia de información al pasaje y confort.