El Govern aleja hasta 2028 la asunción de "determinadas funciones" en la gestión del IRPF. Este es uno de los puntos más relevantes que se desprenden del Plan Director para el desarrollo de la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC), que la Generalitat ha dado a conocer este jueves por la tarde, cuando ya se termina el curso político. Aunque durante el primer semestre del año el Govern se mostraba convencido en público de que podría cumplir con lo que pactó con Esquerra Republicana para la investidura de Salvador Illa (la recaudación del IRPF en 2026 como primer paso del nuevo modelo de financiación), desde la reunión de la Comisión Bilateral entre el Estado y la Generalitat a mediados de julio han ido alejando esta posibilidad, asegurando que el ATC no tenía ni los medios físicos ni informáticos para asumirlo. Ahora, se confirma.
Asistencia total en 2027
Según informa el Departamento de Economía, liderado por la consellera Alícia Romero, cuando el Govern encargó a principios de año la redacción del Pla Director, el objetivo que se perseguía con el desarrollo de la ATC era que el país "en el futuro" acabara "asumiendo la recaudación de todos los tributos, empezando por el IRPF", tal y como recoge el propio acuerdo. Sin embargo, en la campaña de este 2025, que comenzará en abril del próximo año, la ATC presentará "información y asistencia en la campaña a los solicitantes de cita previa". El Pla Director también prevé que en 2026 la identidad corporativa de la ATC "esté presente en la documentación que se facilita a la ciudadanía", y también asegura que para la campaña del próximo año "habría que incorporar más de 400 agentes de refuerzo". En 2027, los profesionales de este organismo deberían asumir la asistencia en la campaña de la renda. Entonces, se deberán contratar temporalmente más de 700 agentes para, informan, llegar a "360.000 contribuyentes".
"Determinadas funciones" en 2028
Uno de los puntos más relevantes del acuerdo de investidura entre el PSC y ERC era el que resolvía que la ATC podía "asumir la gestión, recaudación, liquidación e inspección de los impuestos recaudados en Catalunya y que actualmente se gestionan desde la AEAT" y que el primer tributo en el que se debía aplicar todo ello era el IRPF a partir de 2026. El Pla Director, en cambio, prevé que en 2028, cuando la Agencia ya se haya dimensionado en materia de personal y también de oficinas o sistemas informáticos, "asuma determinadas funciones de la aplicación de los tributos y de revisión en el ámbito del IRPF", sin determinar cuáles. Hay que tener en cuenta que 2028 será, en principio, un año electoral en Catalunya, ya que se habrán cumplido (si no hay adelanto electoral) cuatro años desde las elecciones del 12-M.
El plan difundido por la conselleria detalla concretamente tres hitos para la primera fase del desarrollo de la Agencia Tributaria. El primero, prestar información y asistencia en la campaña de 2026. El segundo, tener presente la identidad corporativa de la Agencia Tributaria en la documentación que se facilita a la ciudadanía. El tercero, colaboración en la aplicación de tributos y revisión de los actos y presencia de identidad visual en las comunicaciones y los actos administrativos. Este tercer objetivo, que esperan que pueda alcanzarse en 2028, es, según advierten, "más complejo" y la ATC deberá contratar más personal y más oficinas.
Un año después del acuerdo de investidura
Hace unos meses, a finales de mayo y después de que, con el regreso de Oriol Junqueras a la presidencia de Esquerra Republicana, Salvador Illa se quedara sin poder ni siquiera empezar a negociar los presupuestos para este 2025, socialistas y republicanos pactaron por el tercer suplemento de crédito, donde quedaba recogido que el Pla Director en cuestión debía ser publicado antes de las vacaciones. Concretamente, la fecha límite era el 31 de julio. Y así ha sido, con el president de la Generalitat de viaje oficial en China. En las últimas semanas, desde ERC han centrado buena parte de sus críticas no en el Govern de la Generalitat sino apuntando hacia Madrid, concretamente a la figura de la vicepresidenta del Gobierno, ministra de Hacienda y, sobre todo, candidata del PSOE a las elecciones andaluzas del próximo año, María Jesús Montero.