En los aeropuertos ocurren mil historias y en uno tan grande como el de Barcelona-El Prat, por el que pasan a diario unas 150.000 personas, los trabajadores se han encontrado con todo tipo de situaciones surrealistas. Sin embargo, la que pasó hace unos días puede dejar boquiabiertos incluso a los más veteranos. Una pareja decidió irse de vacaciones con uno de sus hijos y dejar solo en la terminal al otro, de tan solo 10 años. ¿El motivo? No tenía la documentación en regla para subir al avión y no iban a perder los billetes para irse de vacaciones. Así lo ha explicado la trabajadora aeroportuaria @limasin41 en TikTok, en un video que se ha hecho viral y ha suscitado debate sobre la responsabilidad parental.

Según relata la trabajadora, todo iba según lo previsto: había empezado el embarque, los pasajeros subían sin incidencias, y el avión ya estaba a punto de salir. Pero, de repente, reciben una llamada urgente que paraliza las maniobras de la nave para salir de la terminal y despegar: hay un menor solo, sentado en la terminal, que asegura que sus padres y su hermano ya están dentro del avión. Nadie entiende nada. Avisado por la torre de control, el comandante pregunta a los pasajeros si alguien se ha dejado al niño en tierra. Nadie contesta. Así que el vuelo queda paralizado, se da el aviso a la Guardia Civil y se empiezan a revisar los datos de los pasajeros.

Con el menor sentado en la terminal y sin saber exactamente qué hacer, se activó el protocolo para menores no acompañados. La Guardia Civil localizó a los padres dentro del avión. La coordinadora de vuelo tuvo que hacer bajar sus seis equipajes, ya facturados, para cumplir con las normas de seguridad. Todo ello atrasó el vuelo y obligó a reconfigurar toda la operativa. Como es normal, los padres del menor tuvieron que dar muchas explicaciones a los agentes por lo ocurrido.

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El niño, de nacionalidad española, tenía el pasaporte de aquí en vigor, pero su pasaporte original —de otro país— estaba caducado. Así, el pequeño requería un visado necesario para volar afuera del espacio Schengen, y no lo tenían. Los padres sí que habían podido embarcar con el hijo pequeño —se iban de vacaciones a su país de origen—, pero, al ver que el grande no podía subir, optaron por dejarlo atrás. "No iban a perder los billetes", ha explicado la tiktoker que ha sacado la historia a la luz. Y no avisaron a nadie. Simplemente, se marcharon, con la intención de que un familiar al que habían llamado recogiera al niño más tarde, según explicaron a las autoridades.

La escena, digna de una película de comedia negra, ha azuzado el debate sobre lo barata que sale a veces la patria potestad de un menor o sobre cómo las condiciones materiales pueden llevar a decisiones tan disparatadas como abandonar a su suerte a un niño durante horas por no perder el dinero de un vuelo o las vacaciones que tanto ha costado conseguir. "Como madre, flipo. ¿En qué cabeza cabe dejar un niño de 10 años a tierra como si nada?", se preguntaba la trabajadora al video, entre indignada e incrédula: "Ellos lo vieron muy normal, pero obviamente yo no lo vi normal y la policía tampoco", insiste. La historia ha corrido como la pólvora en las redes. Ahora todos tratan de imaginar cómo será la bienvenida de los padres a casa cuando vuelvan. Y si vuelven los tres o se dejan también al pequeño.