Actualmente, uno de cada cuatro vehículos que circulan por los carriles bici de Barcelona son patinetes, una muestra del creciente uso de esta modalidad de transporte. Sin embargo, la bicicleta sigue siendo la protagonista, representando aproximadamente el 74% de los desplazamientos en estos carriles. Estas cifras provienen de más de un millar de observaciones recogidas por los ciudadanos a través de la aplicación colaborativa BiciZen, según el estudio publicado el martes sobre la movilidad ciclista en la ciudad, elaborado conjuntamente por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB), el Barcelona Supercomputing Center (BSC) y el Bicicleta Club de Catalunya (BACC). El análisis muestra que la mayoría de usuarios de bici y patinete son hombres (más del 70%) y adultos (95%).

Los responsables del proyecto "La circulación de bicicletas en Barcelona, calle por calle" han creado un mapa interactivo que estima la densidad de circulación de bicicletas a cada tramo de calle, según el tipo de infraestructura ciclista. Esta herramienta permite visualizar los flujos de movilidad de forma detallada y segmentada por zonas de la ciudad.

 

Según los responsables del proyecto, este es el primer estudio de este tipo realizado en Barcelona y "proporciona información esencial para la gestión de la movilidad urbana". El modelo analiza el tráfico de ciclistas y usuarios de patinete en más de 20.000 tramos viales de la ciudad. La participación de unos cuarenta voluntarios ha permitido recoger datos en calles y tipo de vías donde los contadores automáticos del Ayuntamiento no llegan, ofreciendo así una visión más precisa de la realidad. "Sin la colaboración ciudadana, este mapa no habría sido posible", subrayan a los impulsores.

Un 70% de usuarios son hombres

Los observadores también han hecho constar el género observado ("percibido") de los conductores, sin que estos hayan manifestado cuál es su género de identificación. En este sentido, el resultado es un porcentaje muy elevado de hombres: hasta un 70,5% de las personas observadas que se desplazan en bicicleta son hombres y el 29,5%, mujeres. Con respecto a la edad (de nuevo, solo percibida), la edad de los usuarios de las vías ciclables, son muy mayoritariamente adultos de entre 18 y 64 años, mientras que la presencia de personas adultas mayores (65 años o más) y la de niños y adolescentes (17 años o menos) no llega al 3% de los usuarios.

Primer mapa de tráfico ciclista en Barcelona

El estudio que se presentó este martes, coincidiendo con el inicio de la Semana Europea de la Movilidad, es, según sus responsables, "solo un punto de partida fundamental" para comprender los flujos de bicicletas y avanzar hacia una ciudad más sostenible, segura y adaptada al transporte con pedal.

El trabajo ofrece una primera estimación del número de bicicletas y patinetes que circulan por Barcelona, calle por calle. Según el modelo, la intensidad media diaria es de más de 3.500 usuarios en carriles bici protegidos (exclusivos para bicis con separación física del tráfico motorizado), unos 3.400 en carriles sin protección, más de 4.500 en carriles bus-bici y un número similar en carriles bici situados en ejes centrales con tráfico motorizado en los lados, entre otros tipos de infraestructura analizada. En este contexto, hay que recordar que el Ayuntamiento de Barcelona ya había publicado en agosto un informe que indicaba que el uso de los carriles bici había aumentado un 17% durante el último año.

El estudio también cuantifica en unas 3.200 las bicis que circulan diariamente por término medio en carriles de circulación "sin infraestructura ciclista". Todas estas estimaciones de volúmenes de bicicletas y patinetes en Barcelona son, según los autores del estudio, más esmeradas que las que ofrece la red de contadores automáticos de tráfico del Ayuntamiento (ubicados a menudo en calles con mucho tráfico, según uno de los investigadores), porque "se han visto mejoradas" gracias a las contribuciones de la "ciencia ciudadana", es decir, en combinación con las observaciones en otros puntos hechas por los usuarios voluntarios a través de la aplicación BiciZen, que reportan entre un 12% y un 49% menos observaciones, dependiendo del tipo de carril.

Estudiar más la movilidad sostenible

Desde el ICTA, exponen que este estudio intentar "llenar un agujero" y un agravio "histórico" del estudio de la movilidad sostenible respecto de la motorizada. "La capa que estamos generando es esencial por otros estudios, por ejemplo de seguridad vial", apuntan.

El mapa generado ofrece una idea del patrón del movimiento de bicicletas y patinetes que circulan por Barcelona, teniendo en cuenta factores que influyen en el uso de la micromovilidad. "En futuros trabajos, hará falta integrar los datos de Strava, separar las bicicletas de los patinetes y desglosar el flujo de usuarios por edad y género", cosa que por ahora solo se ha determinado en las observaciones del grupo de usuarios colaboradores en BiciZen.

"Este proyecto ilustra lo que se puede conseguir con la colaboración de la comunidad ciclista, las organizaciones ciclistas y un equipo internacional de investigadores. Se ofrece una primera estimación inicial del flujo de bicicletas y patinetes en las calles de Barcelona. Este modelo no solo representa un avance técnico, sino también un ejemplo del poder de la ciencia ciudadana para transformar los conocimientos sobre la movilidad urbana y dar apoyo a la toma de decisiones en la ciudad", concluyen los responsables.