El 26 de abril de 1937 era día de mercado en Gernika. De repente, un escuadrón de bombarderos de la Legión Cóndor alemana, y también algunos aviones de la Aviazione Legionaria italiana, desataron una tormenta de fuego que redujo a cenizas la histórica villa vizcaína. El ataque de los aliados de Francisco Franco en plena guerra civil, la Alemania nazi de Adolf Hitler y la Italia fascista de Benito Mussolini, causó cientos de víctimas y anticipó los terribles bombardeos aéreos de la Segunda Guerra Mundial sobre población civil indefensa. Franco quiso dar una lección a los vascos aplastando la histórica villa donde los señores de Vizcaya, con el tiempo, los reyes de Castilla, juraban los fueros o antiguas leyes vascas ante el mítico roble; desde 1980 jura allí el cargo el lehendakari. El dictador, que gobernó España hasta 1975 tras vencer en la guerra civil, nunca pidió perdón por aquella brutalidad. Alemania, la actual Alemania democrática ya reunificada, no lo hizo hasta 1997. Y este viernes lo volverá a hacer, pero in situ.
En un acto de reparación histórico, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier hará oficial la petición de perdón y el reconocimiento a las víctimas de Gernika. A la vez, el gesto de Alemania arrastrará por primera vez al rey de España, Felipe VI, a participar en un acto de homenaje a víctimas del franquismo. Y de rebote, Alemania también dejará en evidencia al actual Estado español que, como tal, tampoco ha pedido perdón nunca por su responsabilidad histórica en el bombardeo. Steinmeier, que está en España desde el miércoles, donde ha podido participar en diversos actos oficiales, entre ellos la visita al museo Reina Sofía de Madrid donde zse expone el Guernica, el monumental óleo de Pablo Picasso que reproduce el horror de la guerra, y que no llegó a España hasta 1981. Steinmeier también ha sido recibido por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en la Moncloa además de participar junto a su esposa, Elke Büdenbender, en una gala con los reyes Felipe y Leticia en el Palacio Real de Madrid.
Este viernes, el presidente alemán se desplazará a Gernika 28 años después de que quien también fue jefe de Estado germánico, Roman Herzog, dirigiera una carta a los supervivientes del ataque aéreo reconociendo la "implicación" de los alemanes y pidiera disculpas y abogara por la "reconciliación". Cada año, el gobierno alemán envía coronas de flores al acto de aniversario que se celebra en el cementerio de la población vasca. A Steinmeier le acompañarán en la visita a Gernika el rey Felipe VI y el lehendakari, Imanol Pradales, que le recibirá en el palacio de Ajuria Enea, en Vitoria, sede de la presidencia del gobierno vasco. El homenaje se celebrará en el cementerio de Zallo. El presidente alemán tiene previsto hablar con algunas de las supervivientes del bombardeo, entre ellas Crucita Etxabe y María del Carmen Aguirre. Hoy nonagenarias, las dos mujeres, entonces niñas, vivieron directamente el horror. Steinmeier visitará también el emblemático Museo de la Paz de Gernika.
España no reconoce ninguna responsabilidad
El acto de desagravio del gobierno de la República Federal Alemana por los crímenes de guerra cometidos por Hitler tiene varios precedentes. El propio Steinmeier ya pidió perdón a Polonia en 2019 por la "tiranía" y la "barbarie nazi" ochenta años después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Y en 2024, en una visita a Creta, Steinmeier pidió perdón por los crímenes cometidos por el Tercer Reich en la isla griega. En cambio, el rey Felipe VI, al igual que su padre, el emérito Juan Carlos I, nunca ha condenado la dictadura franquista ni ha homenajeado de manera directa a víctimas del franquismo. Sí que ha asistido a algún acto o funeral de exiliados del franquismo y participó en la conmemoración de la liberación de los campos de exterminio nazi de Auschwitz (Polonia) y Mauthausen (Austria), donde murieron muchos prisioneros españoles republicanos.
Pero si la implicación de la Corona española con la memoria histórica de Gernika ha sido hasta ahora nula, tampoco el Estado español, ni franquista ni democrático ha reconocido ninguna responsabilidad. Precisamente el lehendakari Pradales pidió el pasado día 21 desde el Parlament vasco que el Estado español lleve a cabo un acto de reparación y del agravio cometido por la dictadura de Franco al pueblo vasco en su conjunto. Aludiendo a Steienmeier, el jefe del gobierno vasco reflexionó: "Algunos deberían tomar nota del profundo sentimiento democrático del presidente alemán".