Pedro Sánchez ha salido este miércoles políticamente vivo de su comparecencia en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el caso de Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García. Después de prometer acelerar en la agenda social y de anunciar un plan anticorrupción con 15 medidas legislativas, ninguno de sus socios parlamentarios le ha exigido la dimisión, aunque todos sitúan su confianza al límite. Solo Coalición Canaria le ha exigido una cuestión de confianza; y el PNV le ha planteado que se someta a esta prueba de fuego como posible salida de esta crisis si no consigue dar más explicaciones sobre la trama o asegurar que el PSOE no se ha financiado irregularmente. Porque todavía quedan preguntas sin responder: no quedan claros los motivos por los que en 2021 fulminó a Ábalos como ministro y como número tres del partido; ni cómo un inteligente estratega confió el timón de la formación a dos personas corruptas. En la sala de máquinas de la Moncloa, sin embargo, hay satisfacción. "Continuamos todos en el mismo sitio; ya sabíamos que podemos contar con los socios a pesar de las legítimas discrepancias", celebran en privado fuentes del ejecutivo.

 

El presidente español ha asegurado al principio de su intervención que este último mes se ha planteado dimitir. "Sería la solución más sencilla para mí y para mi familia; pero tirar la toalla no es nunca una opción; soy un político limpio", ha reivindicado antes de volver a pedir disculpas por haberse "equivocado" confiando en Ábalos y Cerdán. Ha justificado haberse "creído" a este segundo cuando ya aparecían informaciones en la prensa sobre su implicación en el caso Koldo por culpa del actual "contexto mediático de desinformación" y porque "conocía su vida humilde en Madrid y en Navarra".

 

Yolanda Díaz cierra filas con Sánchez, una "persona honrada"

Después de una intervención en la que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le ha exigido a Sánchez "confesar todo lo que sabe, devolver el botín y convocar elecciones", ha sido el turno de Sumar. La encargada de defender el posicionamiento de esta formación ha sido la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que este martes perdió a su padre, el histórico sindicalista Suso Díaz. Ha cerrado filas con Sánchez, a quien ha definido como una "persona honrada".

En un discurso en el que ha reñido al PP por su historial de corrupción, se ha limitado a exigir al presidente español un "cambio de rumbo" en la legislatura para aprobar las iniciativas pendientes anunciadas hace ya más de un año en el plan de regeneración democrática, así como "garantías" de que el máximo líder socialista quiere combatir la corrupción en España. Gabriel Rufián ha expuesto que Esquerra Republicana no le retirará el apoyo a Sánchez si el caso de corrupción afecta únicamente a Cerdán, Ábalos y Koldo; y que el partido se planteará dejar de dar apoyo al PSOE si la trama afecta a otros cargos —por ejemplo miembros del Gobierno— o si existe un caso de financiación ilegal del partido.

 

Bildu, por su parte, ha tachado de insuficiente el plan anticorrupción presentado este miércoles. Su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha valorado positivamente algunos de los puntos expuestos por Sánchez, pero ha considerado que estas quedan muy lejos de lo que necesita el Estado para luchar contra una corrupción que ha definido como "sistémica". Igual que Gabriel Rufián, a pesar de no haberle retirado todavía el apoyo, le ha advertido que ya no puede seguir gobernando con el argumento que la alternativa es PP y Vox.

 

Sánchez reconoce que Junts per Catalunya "no es socio" de su gobierno

Junts per Catalunya ha subido más el tono contra Sánchez, pero tampoco ha abogado por hacerlo caer como presidente del Gobierno. "Está usted con prórroga y no dura toda la legislatura", ha advertido la líder del grupo parlamentario en el Congreso, Míriam Nogueras, aparte de asegurar que esta formación independentista "no está en Madrid para tomar birras, ni hacer amigos, ni caerles bien, ni tampoco dar estabilidad al Gobierno".

 

"Nuestro compromiso es con los catalanes y no estamos aquí para sostener esta farsa", ha señalado en un mismo discurso en el que ha reclamado cumplir los compromisos pendientes del Acuerdo de Bruselas que sirvió para prolongar una legislatura más la estancia del PSOE en la Moncloa. Más tarde, Sánchez, en su respuesta, ha reconocido que Junts per Catalunya "no da apoyo" al Gobierno porque "no es socio". "Cada semana nos tenemos que ganar su confianza", ha asegurado. Nogueras le ha replicado que Junts rechaza "entrar en el juego de escoger entre el menos corrupto".

Podemos, por su parte, ha mantenido su tono duro con Sánchez, a quien han acusado de haber pronunciado un discurso "decepcionante". "No han aprendido absolutamente nada ni con respecto a la corrupción ni con respecto al machismo; pensaba que, al menos por interés electoral, ustedes habían aprendido la lección", ha denunciado Ione Belarra, la líder de una formación que también se esfuerza en dejar claro que son mucho más de izquierdas que Sumar y que no forman parte del bloque de investidura. Sin embargo, también han mantenido a Sánchez vivo.