Se sabía que la última etapa de la Vuelta a España, con final en Madrid, estaría marcada por las protestas en contra de Israel. Pero la afectación que tendría en el desenlace de la prueba era una incógnita. Finalmente, se ha tenido que suspender cuando faltaban 56 kilómetros para la meta a raíz de las protestas, que han impedido que los ciclistas entraran en el circuito urbano y que han acabado con cargas policiales y con gas lacrimógeno. Se había desplegado un dispositivo policial al nivel de la cumbre de la OTAN que se celebró en 2022 (con un refuerzo de más de 2.000 agentes), pero no se ha podido evitar que los manifestantes superaran el perímetro de las vallas, bloquearan el recorrido e impidieran el normal desarrollo de la prueba. Ha habido más de 100.000 personas y la jornada ha acabado con dos detenidos y 22 policías heridos. ElNacional.cat ha seguido la protesta desde primera línea y la repasa visualmente punto por punto.

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A primera hora de la tarde, el punto más caliente era al lado de Atocha, al inicio del Paseo del Prado, donde se aglomeraban centenares de manifestantes con banderas de Palestina. Entre los cánticos, “Fuera, sionistas, de la vuelta ciclista” o “Israel asesina y la Vuelta patrocina”. Pero el primer lugar donde la situación se ha desbordado ha sido en Callao, donde los manifestantes han superado las vallas y han entrado en la calzada. Unos minutos después, se ha reproducido la misma escena en el Paseo del Prado, delante del Jardín Botánico. Primero un grupo de concentrados han tumbado las vallas y después la multitud ha irrumpido en el recorrido de la Vuelta. Los agentes de la policía española lo han intentado evitar, pero no lo han conseguido.

Antes de superar el perímetro delimitado por las vallas, los manifestantes, que silbaban con fuerza cada vez que la comitiva de la policía municipal pasaba por delante repasando el recorrido, habían dejado claras sus intenciones: “No pasarán” y “Esta Vuelta la vamos a parar” exclamaban los concentrados al inicio del Paseo del Prado. Y al final lo han conseguido. Después de que la multitud haya ocupado la calzada, se ha ido dirigiendo (dirección norte) hacia la Plaza de Cibeles, donde estaba previsto que acabara la etapa.

 

Pero la mayoría no han podido llegar porque la policía se ha desplegado en la Plaza de Neptuno con vallas y furgonetas que bloqueaban el paso de los manifestantes. Todo el mundo estaba pendiente del móvil para saber cuál era el desenlace de la prueba. Cuando los que seguían la retransmisión por Televisión Española y los que leían los digitales han visto que la Vuelta se suspendía, ha estallado la alegría: “Esta Vuelta la gana Palestina”. La última etapa ha acabado sin ganador, sin podio y sin entrega de premios.

 

Los manifestantes utilizan las vallas para dificultar el paso de la policía

Parecía que la protesta y los enfrentamientos con la policía acabarían aquí, pero, lejos de ser así, ha empezado una especie de juego del gato y la rata entre los manifestantes y la policía española. Los agentes antidisturbios se estaban retirando de Neptuno en dirección a Cibeles mientras la gente concentrada andaba hacia ellos de forma desafiante e iba colocando vallas en medio de la carretera. Hasta que los agentes, cuando estaban a unos 50 metros de Neptuno, han decidido pasar al ataque y, tirando balas de goma, han intentado recuperar posiciones volviendo hacia adelante y haciendo retroceder a los manifestantes. Empezaba una nueva partida.

La gente se ha vuelto a aglomerar en la Plaza de Neptuno y la policía ha empezado a bajar por el Paseo del Prado con el objetivo de llegar hasta bajo para intentar recuperar la normalidad. Las vallas que tenían que proteger a los ciclistas han acabado siendo el arma de los manifestantes para torpedear el avance de la policía. Desde Neptuno, la gente ha ido haciendo marcha atrás y, a su paso, dejaba un rastro de vallas que los agentes de la policía iban retirando para dejar vía libre para que pasaran las furgonetas. Casi una hora después del final de la prueba, la policía española tenía dos frentes: al lado de bajada iban retirando las vallas y al lado de subida se sentían disparos de pelotas de goma. A cada lado del paseo central, había una decena de furgonetas.

 

Finalmente, los manifestantes han llegado al inicio del Paseo del Prado, junto a la Glorieta del Emperador Carlos V, cerca de la estación de Atocha. Los agentes se han detenido en aquel punto, que había sido, casualmente, uno de los embriones de la protesta que ha boicoteado el desenlace de la prueba. “Esta Vuelta la hemos parado”, celebraban a los manifestantes. “El pueblo unido jamás será vencido”, reivindicaban mientras a los agentes de la policía española los colocaba en la acera. Al cabo de un rato, la policía ha desalojado la acera, ha enviado a los manifestantes a la Calle de Atocha y a las 19.50 horas se ha podido reanudar el tráfico de la vía. Ahora bien, la circulación en el Paseo del Prado todavía tardaría en recuperarse. Mientras tanto, cerca de Cibeles, los manifestantes se han sentado en el suelo. A las 19.40 horas, la furgoneta de la policía española los iba echando y finalmente se han dispersado.

 

Un enfrentamiento entre manifestantes pro Palestina e israelíes delante de la meta

Hacia las cuatro y media de la tarde, mucho antes del punto álgido de las protestas, un grupo de manifestantes pro Palestina y un grupo de una veintena de israelíes han coincidido delante del Banco de España, al lado de la Cibeles, donde habría tenido que acabar la etapa. En medio, les separaba un cordón con una decena de agentes de la policía española. “Asesinos”, “cerdos”, “Palestina libre” o “Fuera, genocidas, de nuestros barrios,” les gritaban los manifestantes. “Genocida”, le lanzaban a una chica mientras daba saltos. “Sigue bailando sobre los cadáveres de tus víctimas”, le reprochaban. Entre los israelíes, había dos pancartas: “Por el deporte sin violencia” y “El deporte une, el odio destruye”.

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Tres vecinos de Madrid hablan en medio de la protesta contra Israel

Antes de interrumpir la etapa, ElNacional.cat habla con tres vecinos de Madrid que están concentrados en el inicio del Paseo del Prado en contra de la participación del equipo israelí en la Vuelta. “Me parece una necesidad moral porque lo que está pasando es una atrocidad y tenemos que estar aquí protestando y exigiendo justicia por lo que está pasando”, argumenta Laura. “Como mínimo, habrían tenido que impedir que el equipo de Israel participara y, una vez se está viendo el rechazo popular que hay, haber tomado la decisión de suspender la Vuelta o que se marchara el equipo israelí”, razona.

María reivindica que Madrid es “solidario con muchas causas” y subraya que la protesta de hoy y de los últimos días es una “forma de decir que no se está de acuerdo con el genocidio”. “Creo que habrían tenido que cancelar la Vuelta porque no me parece bien que intervenga Israel”, añade. Y Rafael alega que lo que está pasando a Gaza y la celebración de la Vuelta es una “vergüenza”. “Parece mentira que los gobiernos, incluido el español, no hagan absolutamente nada para evitar la muerte de tanta gente inocente”, lamenta. Y cree que se habría tenido que echar el equipo israelí de la prueba, “igual que hicieron con Rusia”, para haberse evitado este “follón”.