Tal día como hoy del año 636, hace 1.389 años, se clausuraba el V Concilio de Toledo, que había reunido a un grupo de arzobispos y obispos del reino visigótico hispánico. Aquellos concilios tenían una gran importancia porque la Iglesia se había convertido en uno de los tres pilares del poder, y los reyes de la monarquía visigótica hispánica lo aprovechaban para reunir, también, a los elementos civiles y militares más poderosos del reino. Por lo tanto, eran, al mismo tiempo, concilios religiosos y asambleas políticas, donde se deliberaba sobre materias como la liturgia, los dogmas o la disciplina de los votos, y también se debatían cuestiones de gobierno y se legislaban leyes.
Aquel concilio sería especialmente importante por la ausencia de un número importante de arzobispos y obispos de las provincias Tarraconense y Narbonense, que ponía de relieve la fractura territorial que ya afectaba al reino visigótico hispánico y que acabaría siendo la causa de su colapso y su desaparición (711). Las tensiones territoriales entre las provincias norte-mediterráneas y las del interior peninsular habían surgido durante la centuria anterior, cuando la monarquía visigótica toledana, amenazada por la tutela del reino ostrogodo de Italia y por la expansión del Imperio romano de oriente, había cortado las rutas comerciales con estos mercados y había provocado la ruina de los puertos mediterráneos.
El punto culminante de aquella crisis se produciría cuatro décadas después. En el 673, el general Flavius Paulus y los arzobispos de Tarragona y de Narbona lideraron una revuelta independentista y crearon el efímero reino de los visigodos de Septentrión. La represión de la monarquía toledana (el equivalente al gobierno central de la época) no se hizo esperar y el rey Wamba, que en aquel momento reprimía la resistencia vasca, lo dejó todo para dirigirse, con su ejército, a Tarragona y aplastar el movimiento. Flavius Paulus y sus colaboradores fueron metidos en un carro-jaula y paseados por las calles de Toledo para que la turbamulta los apedreara hasta la muerte.