La Casa Real española ha celebrado este sábado un almuerzo privado en el Palacio del Pardo, en Madrid, para conmemorar el 50 aniversario de la proclamación de Juan Carlos como rey y para festejar también la entrega, este viernes, del Toisón de Oro a la reina Sofía por parte de Felipe VI. Al acto ha asistido el mismo Juan Carlos I, cinco años después de haber huido a Abu Dabi en plena pandemia del coronavirus y sin haber dado explicaciones públicas por las investigaciones judiciales que lo empujaron a marcharse. El encuentro familiar se produce en un momento incómodo para la institución, marcada por el descrédito de la figura del antiguo monarca y por la publicación reciente de su libro Reconciliación, en el que acusa a Felipe VI de haberlo abandonado. Todo ello, mientras continúa el silencio institucional sobre el apoyo ciudadano a la corona, ya que desde 2015 no se publica ninguna encuesta oficial que permita conocer qué piensa realmente la población.
El primero en llegar a la comida ha sido Juan Carlos I, que ha accedido al Palacio de El Pardo a las 13:10, sentado en el asiento del copiloto de un vehículo, y ha saludado a la prensa antes de entrar. La imagen del rey emérito llegando en solitario concuerda con sus declaraciones recientes, en las que no ocultaba el distanciamiento con Felipe VI ni la mala relación con algunos miembros de los Borbón. En una entrevista a Le Monde con motivo de la publicación de su libro, afirmaba: “Mi hijo me dio la espalda por un sentido del deber. Entiendo que, como rey, mantenga una posición pública firme, pero sufrí al verlo tan insensible”. También aseguraba que decidió marcharse en agosto de 2020 para “ayudar a su hijo” y que desea “retirarse tranquilamente, establecer una relación armoniosa con mi hijo y, por encima de todo, volver a España, a casa”. A pesar de haber hecho varias visitas, especialmente a Sanxenxo, la Casa Real no da señales de permitir este regreso. El rey emérito, que este viernes fue el gran ausente de los actos institucionales conmemorativos, ha vuelto a España exclusivamente para esta comida y tiene previsto marcharse una vez concluya el encuentro familiar.
Además de la controvertida presencia de Juan Carlos I, a lo largo del mediodía han ido llegando el resto de invitados al Palacio de El Pardo. La reina Sofía ha sido una de las primeras en hacer acto de presencia, acompañada por la infanta Cristina en un mismo vehículo, sobre las 13:45. Poco antes de las 14:00, han llegado en un solo coche el rey Felipe VI, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Unos minutos más tarde, ha hecho entrada la infanta Elena. El encuentro familiar ha reunido a cerca de medio centenar de personas, entre ellas varios nietos de Juan Carlos I e invitados destacados como la reina Ana María de Grecia y el príncipe heredero Pablo con su esposa, Marie-Chantal.
Una década sin encuestas oficiales
Una década sin encuestas oficiales ha contribuido a mantener en la incertidumbre el grado real de apoyo ciudadano a la institución monárquica. La última vez que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntó sobre la Corona fue en 2015, coincidiendo con el primer aniversario de Felipe VI como jefe de Estado. Entonces, la monarquía obtuvo una nota de 4,34 sobre 10, una ligera mejora respecto a años anteriores, pero lejos del 4,89 registrado en 2011. Desde entonces, no solo se desconoce qué valoración hacen los ciudadanos de la figura del rey, sino también si hay una mayoría favorable a la celebración de un referéndum sobre el modelo de Estado. En mayo de 2024, Rafael Spottorno —exjefe de la Casa Real durante el reinado de Juan Carlos I— reveló en un coloquio organizado por la Agrupación Sabatini que la Zarzuela encargaba sondeos “semanales” para conocer la imagen del monarca. Según explicó, aquellos estudios no se hicieron nunca públicos y eran seguidos de cerca tanto por Juan Carlos I como por Felipe VI. Fue, de hecho, el batacazo en estas encuestas privadas lo que habría precipitado la abdicación del rey emérito.
