Juan Carlos I, que vive desde hace cinco años en Abu Dabi, donde huyó en plena pandemia del coronavirus ante unas investigaciones judiciales que lo ahogaban, vuelve a estar en el centro de la polémica. Este 5 de noviembre se publica en Francia el libro Reconciliación, escrito por su biógrafa, la escritora Laurence Debray, y en las últimas horas se han publicado algunos extractos del libro en la revista Le Point que darán mucho que hablar. Por esto no fuera poco, el rey emérito también ha concedido entrevistas promocionales a medios como Le MondeLe Figaro, en este caso a cargo del periodista Charles Jaigu, que se ha desplazado hasta Abu Dabi para hablar con el ex jefe de Estado. Aunque el entrevistador ha optado por titular la entrevista en clave francesa, hablando del Toisón de Oro que concedió a Nicolas Sarkozy, esta conversación ha dado lugar a unas declaraciones impactantes del exmonarca, que, como tampoco hace en los extractos publicados del libro, no esconde su distanciamiento con Felipe VI o la mala relación con algunos miembros de los Borbón y repasa algunos grandes acontecimientos como el golpe de Estado de 1981 o su vínculo con Franco. El libro no se publicará en castellano en el Estado hasta la primera semana de diciembre, cuando ya se habrán conmemorado los 50 años de la muerte de Franco.

"Mi hijo me dio la espalda por un sentido del deber. Entiendo que, como rey, mantenga una posición pública firme, pero sufrí al verlo tan insensible", lamenta Juan Carlos I en la entrevista con Le Monde, mientras que el autor de la entrevista en Le Figaro asegura que la Casa Real, liderada por Felipe VI, lo "mantiene a raya". En este sentido, también explica que quiso marcharse lejos en agosto de 2020 para ayudar a su hijo. En el medio francés, tras la conversación con Juan Carlos I, el periodista asegura que no se permite a su mujer, Sofía de Grecia, de quien hace años que vive separado, visitarlo y tampoco a la heredera al trono, Leonor. Según este autor, se trata de un "régimen de aislamiento deseado por su hijo y agravado por el Gobierno español". En el libro, el Borbón asegura que tiene un gran deseo: "Retirarse tranquilamente, establecer una relación armoniosa con mi hijo y, por encima de todo, volver a España, a casa". Aunque ha estado de visita en reiteradas ocasiones, sobre todo en Galicia, en Sanxenxo, no parece que la Casa Real vaya a aceptar su regreso.

La relación con Franco

Una de las cuestiones más relevantes que trata Juan Carlos I en el libro y en sus entrevistas promocionales es la relación con Francisco Franco: "¿Tuve una relación filial con él? Nos separaban cuarenta y seis años. Él no tenía hijos. Tal vez proyectaba sobre mí un sentimiento paternal. No ocultaba su simpatía hacia mí", reflexiona en la obra, donde también repasa su última conversación con él, ahora hace 50 años: "Estaba sentado a su lado, en la cama del hospital. Me cogió la mano y en un último aliento me dijo: 'Solo le pido una cosa, mantenga la unidad del país'. Esa fue la última voluntad". En la entrevista a Le Figaro, insiste en que si él llegó a ser rey fue gracias a Franco y que no quiere mentir al respecto, pese a que son unas palabras polémicas. "Fue la persona que me hizo rey y que en realidad me hizo rey para crear un régimen más abierto", resuelve. Sobre el golpe de Estado del 23F, el emérito asegura que se siente traicionado por quien fue su amigo, el general Alfonso Armada: "Le quise mucho y me traicionó. Convenció a los generales de que hablaba en mi nombre". 

El lugar que ocupó Juan Carlos I el 23 de febrero de 1981 siempre ha estado rodeado de muchas incógnitas, que, por ejemplo, Javier Cercas recogió en el libro Anatomía de un instante, donde sugiere que el rey simpatizaba con los militares. En una cena en la Academia Francesa en 2023, con motivo de la entrada en esta prestigiosa institución de Mario Vargas Llosa, el rey emérito se habría encarado con el escritor, según relata Le Figaro: “¿Cómo puedes creer que yo estaba involucrado?”, asegura que le reprochó a Cercas. Además, defiende que aquel día hubo hasta tres golpes: el de Tejero —actualmente en un estado de salud muy crítico—, el del general Armada y el de los políticos cercanos al franquismo.

Críticas a Letizia y a Diana de Gales

Que la relación entre Juan Carlos I y su nuera, la ahora reina Letizia, siempre ha sido mala era un secreto a voces que él mismo ha decidido confirmar. En uno de los pasajes del libro que ya se han publicado, el emérito asegura que la asturiana “no ayudó a la cohesión de nuestras relaciones familiares” y que entre suegro y nuera existe un “desacuerdo personal”. Con estas palabras, parece que el exmonarca acusa a Letizia de empeorar la relación con su hijo y su nieta. No es la única mujer que recibe críticas del emérito; también lo hace Diana de Gales, Lady Di, a quien describe como “fría, taciturna y distante, salvo con los paparazzi”.