Eyal Zamir afronta un futuro incierto. El actual jefe del Estado Mayor de Israel es ahora mismo la principal piedra en el zapato de Benjamin Netanyahu a causa de sus reticencias a ocupar militarmente toda la Franja de Gaza. Netanyahu, que se reunirá este jueves por la noche con su gabinete de seguridad para decidir si finalmente tira adelante la maniobra, ha encontrado en Zamir un obstáculo para la consecución de sus planes, dado que en él recae la responsabilidad de dirigir la ocupación. Mientras que para el primer ministro la única solución para liberar a los rehenes israelíes retenidos por Hamás implica jugárselo al todo o nada, Zamir considera esta idea una temeridad y advierte que los riesgos serán enormes, tanto para los mismos rehenes como para el cada vez más agotado ejército israelí. Las visiones enfrentadas de los dos altos cargos ponen en evidencia la fractura del ejecutivo israelí, cada vez más dividido en la cuestión de cómo abordar el conflicto en Gaza. Sea cual sea el resultado de la reunión de este jueves, ¿cómo ha llegado el jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a convertirse en uno de los principales contrapesos de Netanyahu?
¿Quién es Eyal Zamir?
Zamir, de 59 años, llegó a la cúspide del Estado Mayor de Israel en marzo de este año, en sustitución de Herzi Halevi, quien renunció a su cargo a causa de los errores de seguridad cometidos por el Ejército durante los ataques del 7 de octubre. Con una sólida carrera dentro de la estructura militar que combina experiencia en combate, formación académica de alto nivel y un papel destacado en las organizaciones de seguridad israelíes, Zamir ya había sido considerado para dirigir las FDI en varias ocasiones. Entró en el cuerpo militar al cumplir los 18 años, desde donde empezó a escalar posiciones rápidamente. Al cabo de poco tiempo ya era comandante de batallón, aunque el verdadero prestigio no llegó hasta el año 2012, cuando fue nombrado secretario militar de Benjamin Netanyahu. Entre 2018 y 2021 llegó a la subdirección del Estado Mayor, cargo que dejó para ocupar la dirección general del Ministerio de Defensa desde el 2023 hasta marzo del presente año, cuando la dimisión de Halevi lo catapultó al cargo de jefe del Estado Mayor. Con respecto a su expediente académico, Zamir es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Tel Aviv, tiene un máster en Seguridad Nacional por la Universidad de Haifa y se ha formado temporalmente en una prestigiosa universidad privada de EE.UU.
Responsable de un trágico episodio en el 2018
A pesar de su oposición a la idea de ocupar la Franja, Zamir no está exento de episodios polémicos en el pasado. Durante su último año como líder del Mando Sur —una de las cuatro grandes ramas del Ejército—, en el 2018, las tropas que se encontraban a su cargo mataron a unos 150 manifestantes palestinos e hirieron 10.000 más, incluidos casi 2.000 niños, según Al Jazeera. Los hechos se produjeron después de unos enfrentamientos entre las tropas israelíes y manifestantes que participaban en la Gran Marcha del Retorno, unas protestas masivas delante de la frontera israelí de la Franja. No obstante, Zamir tiene fama de ser un general muy amado entre las filas israelíes, dado que acostumbra a mostrar públicamente el orgullo que siente hacia sus hombres. En el 2023, durante un discurso que conmemoraba a las víctimas del ataque de Hamás, definió al ejército israelí como "el mejor del mundo" por sus soldados y comandantes.
Entre la espada y la pared
Zamir, por el cargo que ocupa, tiene la responsabilidad de liderar las operaciones militares del país. Una de las decisiones más críticas que tiene que gestionar en estos momentos es la posible ocupación total de la Franja de Gaza, acción a la que se opone al considerarla altamente arriesgada. Esta postura no ha sido bien recibida en Israel, empezando por el mismo Netanyahu, que este martes mantuvo una difícil reunión de tres horas con Zamir para abordar la cuestión. Si bien la oficina del primer ministro dijo que el encuentro transcurrió sin problemas, los medios locales informaron de un enfrentamiento entre los dos, después de que Zamir afirmara que la ocupación "pondrá en peligro significativamente la vida de los rehenes y causará la erosión del ejército" y que supondrá "crear una trampa en Gaza". Paralelamente, el hijo de Netanyahu lo ha acusado a través de la red social X de intentar un "golpe militar", por sus intenciones de contradecir el gobierno. No obstante, el ministro de Defensa, Israel Kartz, ha cerrado filas con Zamir, subrayando que "es un derecho y un deber del jefe del Estado Mayor expresar su opinión en los foros apropiados". También Benny Gantz, uno de los principales líderes de la oposición, ha salido a defender al jefe del Estado Mayor, afirmando que "no es un títere en un hilo". Este escenario tan polarizado muestra la complejidad de las decisiones que recaen sobre Zamir, quien navega entre el cumplimiento de las órdenes y sus propias preocupaciones mientras los rumores de una posible dimisión empiezan a hacerse cada vez más plausibles.