La chef del Semproniana, Ada Parellada, se adentra en las casas de los foodies más intrépidos de Catalunya para resolver dudas semanales sobre los productos del día a día. Desde verduras y todo tipo de hortalizas y frutas, hasta cualquier tipo de dulce, pasando por la carne y el pescado. Maneras para aprovechar los alimentos en su esplendor, técnicas innovadoras y consejos que, en definitiva, nos harán disfrutar de una vida y un recetario más cómodo en los fogones de nuestra casa. El consejo revelador que esta semana nos expone la cocinera catalana es cómo hacer un buen sofrito de cebolla y tomate, un truco indispensable que no podrás dejar de utilizar.
Coge libreta y bolígrafo, y dale play al vídeo para averiguar todos los consejos de Ada Parellada de esta semana.
Cómo hacer un buen sofrito de cebolla y tomate
La cocina catalana tiene una característica que la hace única: las bases. Caldos, fondo, salsas y, una de las bases más importantes, el sofrito. La cebolla y el tomate son el inicio de muchas de las deliciosas recetas que tiene nuestro recetario. Desde un fricandó hasta unas albóndigas con sepia, pasando por prácticamente cualquier estofado o, simplemente, unos macarrones. El sofrito es una base versátil y muy sencilla de hacer, pero que requiere su tiempo. La cocina hecha con amor siempre es mejor, y el amor no es otra cosa que utilizar productos de calidad y dedicar todo el tiempo necesario a hacer un plato; en la cocina no hay atajos, no se puede tener prisa. Así pues, esta receta de sofrito te servirá para hacer una vez a la semana (o una vez al mes si haces grandes cantidades) y guardarlo en tarros herméticos que podrás ir gastando a medida que necesites.
La cocina hecha con amor siempre es mejor, y el amor no es otra cosa que utilizar productos de calidad y dedicar todo el tiempo necesario a hacer un plato
Ingredientes:
- 8 tomates en conserva al natural
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 200 ml de aceite
- Sal
En la cazuela ponemos la cebolla picada con el aceite y hacemos sofreír lentamente, muy lentamente, hasta que esté bien confitada. Ponemos los ajos laminados, los tomates, el laurel y la sal. Si es temporada de tomates, la mejor opción es utilizar naturales en conserva. Si no, puedes utilizar tomates que no sean naturales. Dejamos que vaya cociendo hasta que casi se enganche a la cazuela. Rectificamos de sal. Guardamos en caliente en un tarro de cristal limpio. Tapamos bien y damos la vuelta al tarro. Cuando esté frío, ya habrá hecho el vacío. ¡Esta es una preparación básica que sirve para todo!