El Gobierno ha autorizado de manera excepcional el uso de tecnología militar de origen israelí en cuatro programas aeronáuticos de Airbus para evitar un impacto grave sobre la industria, el empleo y la capacidad exportadora del sector aeroespacial en el Estado español. La decisión supone un levantamiento parcial del veto aprobado el pasado octubre contra el comercio militar con Israel. La excepción afecta a los programas del avión de transporte A400M, el avión cisterna A330 MRTT, el C295 de vigilancia y patrulla marítima y el dron táctico SIRTAP.
Según reconoce el ejecutivo, no existen alternativas inmediatas con garantías para sustituir algunos componentes críticos de origen israelí, lo que podría provocar retrasos, sobrecostes y problemas técnicos graves. La resolución, impulsada por el Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes y avalada por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU), se basa en la disposición adicional del decreto de embargo que permite activar excepciones cuando hay afectación a los intereses generales del Estado. El Gobierno admite que una paralización de estos programas pondría en riesgo la viabilidad de las líneas de producción de Airbus en el Estado, comprometería miles de puestos de trabajo de alta cualificación y perjudicaría gravemente las exportaciones de aviones fabricados en el país.
La excepción llega después de que Airbus advirtiera al ejecutivo del riesgo de perder programas multimillonarios si no se permitía importar determinados equipos militares israelíes exigidos por los clientes internacionales. Entre estos componentes se encuentran sistemas de protección antimisiles y radares multimodo, ya integrados en contratos vigentes con países como Alemania, Canadá o varios miembros de la OTAN.
"Necesitamos esta tecnología militar israelí"
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha defendido la decisión subrayando que tiene un carácter estrictamente industrial y comercial. “El acuerdo que se tomó no tiene relación con las políticas militares ni de defensa, sino con el ámbito comercial, de las exportaciones”, afirmó en una entrevista. Robles insistió en que “Airbus, para poder exportar determinados materiales y para poder continuar el trabajo de determinados proyectos industriales de aviones, como el A400M o el C295, necesita esta tecnología israelí”, y remarcó que "para nada está relacionado con el ámbito de las armas". Según la ministra, el Ministerio de Defensa mantiene el plan de “desconexión” de la tecnología militar israelí, pero en el caso de Airbus “tiene relación con exportaciones a otros países y con el ámbito industrial y la creación de puestos de trabajo en lugares como la factoría de San Pablo, en Sevilla”.