Agosto es sinónimo de fiestas mayores en muchos pueblos y villas de toda Catalunya, pero también en los barrios de la capital. Barcelona se engalana para celebrar la fiesta mayor de algunos de sus barrios durante el verano. Pasadas las fiestas de Gràcia, es el turno del barrio de Sants, que celebra una fiesta mayor cargada de actividades, pero también de buena gastronomía. Porque si hay un barrio donde se come bien, sin duda es el de Sants. Descubre los mejores restaurantes para disfrutar de una buena comida durante estos días de fiesta mayor.

Fiesta Mayor de Sants 2025: los 5 mejores restaurantes para comer bien

Desde bodegas míticas hasta restaurantes de primer nivel, en Sants hay una amplia oferta para todos los bolsillos. Con establecimientos de toda la vida que han preservado durante décadas la cocina tradicional, el barrio de Sants es un fortín de cocina catalana, pero también un escenario ideal para probar propuestas de todas partes.

Gurí

Situado en el corazón de Sants, Gurí vive la Fiesta Mayor como una celebración propia y se presenta como un imprescindible para todos aquellos que visiten el barrio durante estos días. Su nombre, "Gurí", significa "chico" o "chaval" en lunfardo —el argot popular de Montevideo— y, para su chef, refleja a la perfección el espíritu de barrio y proximidad que da vida al proyecto. No es casualidad que encontrara su lugar en Sants: un barrio lleno de vida, con alma local, a pocos minutos de Sants Estació y con una energía que crece cada día.

📍 Carrer del Rector Triadó, 72

Bodega Montferry

En el pequeño pasaje de Serra i Arola, encontramos la bodega más conocida del barrio gracias a sus bocadillos transgresores, sus cazoletas y su buen rollismo. Para situarnos, la pareja formada por Marc y Raquel, y un amigo común, Alberto de @EnOcasionesVeoBares, empiezan a encargarse de la Bodega Montferry el año 2013, entonces La Montferry estaba en Can Mantega. Hay que explicar que antiguamente había Bodegues Montferry en muchos barrios de la ciudad, dado que el negocio era una franquicia de un tal Pere Virgili, originario de Montferri, en el Alt Camp, donde daba trabajo a vecinos de su pueblo y así distribuía el vino de su comarca.

📍 Passatge de Serra i Arola, 13

Bodega Montferry Bar
Interior de la Bodega Montferry. / Foto: Víctor Antich

Bodega Bartolí

En la calle de Vallespir, a escasos metros de la Bodega de Gelida de la gran Meritxell Falgueras y familia, está la bodega Bartolí, siempre llena de gente del barrio y todo un referente en el barrio que pone luz a la oscuridad con sus desayunos, aperitivos y menús de mediodía. El local lo llevan entre los hermanos Vicens y Albert, hijos de Marina, y sus parejas respectivas, Cati y Pili, que son hermanas entre ellas, y también una tercera hermana, Amparo. Entre toda la familia llevan la cocina, la sala y lo que haga falta, siempre perfectamente coordinados y con aquella alegría. Marina ya tiene 80 años, pero la edad no le impide que cada día al amanecer atraviese la puerta del local para hacer las tortillas y supervisar que todo está en orden.

📍 Carrer del Vallespir, 41

La Bodegueta de Cal Pep

La Bodegueta de casa Pep abrió las puertas en 1927, por lo tanto, pronto cumplirá 100 años. Durante este tiempo ha ido cambiando de dueños que han sabido mantener viva su esencia. Se trata de un local histórico único en Barcelona que sirve algunas de las mejores tapas del barrio. Desde bravas hasta gildas, pasando por croquetas o marisco, La Bodegueta de Cal Pep es un imprescindible que hay que visitar.

📍 Carrer de Canalejas, 12

Mundana

En la calle Vallespir encontramos la Mundana, años atrás esta calle era la vía principal que comunicaba Sants con el barrio de las Corts, ahora, es de los más concurridos de Sants con el permiso de la calle de Sants, claro está. Está lleno de locales que te invitan a pasearte por el barrio e ir probando sus propuestas. En la Mundana hay la barra y la cocina a la derecha y al final un pequeño comedor con pocas mesas, también una pequeña terraza que hace las delicias de los fumadores. En la Mundana, el personal, el local, la cocina y los precios confirman que estamos en un bistró, malditas sean las palabras gastrobar y vermuteria.

📍 Carrer del Vallespir, 93