Salimos de la redacción del diario situada en el barrio de Sants en dirección a la calle Vallespir. Hemos pedido mesa en el restaurante la Mundana, hace meses lo tenía en lista de espera y pendiente de pisar, pero en balde la lista de deseos es más larga que el calendario.

Fachada

La Mundana / Foto: Víctor Antich

En la calle Vallespir encontramos la Mundana, años atrás esta calle era la vía principal que comunicaba Sants con el barrio de las Corts, ahora, es de los más concurridos de Sants con el permiso de la calle de Sants, claro está. Está lleno de locales que te invitan a pasearte por el barrio e ir probando sus propuestas, así pues, encontramos la bodega Bartolí abierta desde 1939 y donde te deleitan con uno de los mejores menús del barrio, no puedo decir lo mismo del servicio, el Celler de Gelida con 125 años de historia o el Addis Abeba con una de las mejores cocinas etíopes de la ciudad.

Vallespir

Calle Vallespir / Foto histórica

Delante de la Mundana encontramos a Alain Guiard que ha trabajado en los mejores fogones de Europa como Can Fabes, Sant Pau, Abac o Alain Ducasse entre otros, y al polivalente Marc Martín con un currículum similar y actualmente alma de la sala y la cocina. Entramos en el local, encontramos la barra y la cocina a la derecha y al final un pequeño comedor con pocas mesas, también una pequeña terraza que hace las delicias de los fumadores. En la Mundana, el personal, el local, la cocina y los precios confirman que estamos en un bistró, malditas sean las palabras gastrobar y vermutería.

Los intocables

Mientras acechamos la carta con detenimiento, tomamos unas cañas, nos sorprende "los intocables", aquellos platillos considerados los clásicos del restaurante, imposibles de no escoger si es la primera visita, y en mi caso lo es, así que nos lanzamos de cabeza.

Bravas

Bravas la Mundana / Foto: Víctor Antich

Empezamos con unas Bravas de la Mundana con alioli ahumado y salsa brava, mal comienzo, qué queréis que os diga, a mí me han dejado bastante indiferente más allá de la presentación que es de foto. No os daré ahora la turra con si me gustan más las bravas tipo Tomás, donde la segunda cocción de las patatas es a baja temperatura para que no queden crujientes o al revés, pero sí que os quiero comentar, hablando de bravas reinventadas, que a pesar de haber pasado casi veinte años, recuerdo con precisión absoluta las bravas del Sergi Arola en el restaurante del mismo nombre que estaba ubicado en el hotel Arts y, sinceramente, y entre nosotros, entonces sí que aluciné.

Arroz

Arroz de manitas de cerdo / Foto: víctor Antich

Nos llevan un poco de pan de pinchos de un horno del barrio con mantequilla ahumada para ir matando el gusano y llenamos las copas de un vino blanco de Valdeorras 100% Godelo, un vino diferente, afrutado y muy interesante.

Huevo sorpresa y costillas coreanas

Probamos el Huevo sorpresa con puré de patata, yema trufada y espuma carbonara, os diré una cosa, está suculento y este plato por sí solo merece una visita monográfica. Nos traen las Costillas coreanas a la brasa, jengibre, cacahuetes y cilantro, su sabor picante y contundente las hace irresistibles, están muy conseguidas.

Corvina

Corvina macerada en miso Puré de zanahoria y gengibre, salsa de naranja y mostaza / Foto: V.Antich

También probamos el Arroz de manitas de cerdo, con picadura de pistachos y estragón, un plato bien cocinado con el arroz al punto. Disfrutamos de la Corvina macerada en miso con puré de zanahoria y jengibre, salsa de naranja y mostaza, indudablemente la mejor aria de la función de hoy, igual que el otro día lo fue el aria de Kundry en Parsifal, que vi y ofrece estos días el Liceu bajo la batuta del maestro Josep Pons.

Los postres

Acabamos con los postres: la Torrija rellena de crema de vainilla y el Chocolate blanco con espuma, muy dulzones.
No sé por qué, pero me viene a la memoria Jo Mai Mai de Joan Dausà:
“Un menjar exquisit, vull provar aquest vi
Qui vol cafè? Hi ha gin-tonics també”
Descubrir la gastronomía de la Mundana no supone ningún esfuerzo, es un restaurante informal donde te ofrecen platos para compartir guisados a la brasa, al horno, a la parrilla japonesa o en escabeche con influencias japonesas, francesas y mediterráneas. Alain y Marc te ofrecen una cocina sin prejuicios que te obligará a pisar el barrio más a menudo.