El restaurante Trull d'en Francesc lo inauguraron en el año 1990 Francesc Xambó y Josi Salguero con su hijo Francesc Jr. en la pequeña población de Boadella i les Escaules, situada en la orilla derecha del río La Muga, en la comarca del Alt Empordà.

Durante estos treinta y cinco años, han ofrecido una cocina tradicional catalana —esa de toda la vida— en un entorno envidiable, con Francesc de jefe de cocina y Josi y Francesc Jr. de encargados de que la cosa marche en la sala. Para hacerlo posible, no obstante, antes restauraron la antigua almazara de aceite, que data del siglo XVII, con la muela para moler las aceitunas y la prensa del siglo XIX, manteniendo algunas de las paredes originales y acondicionando una terraza espectacular que queda literalmente colgada sobre La Muga, una maravilla de sitio.

Es lunes y el comedor está abarrotado. Parte de la clientela es francesa, debido a la proximidad del país vecino. Me comenta Francesc que les encanta su cocina tradicional, algunos son clientes de hace muchos años, otros acuden, sobre todo, por el boca a oreja.

Estudiamos detenidamente la carta de vinos, porque lo vale. Francesc se ocupa personalmente de escoger cada uno de los vinos. Para poner un ejemplo, de la DO del Empordà tienen más de cien distintos, de los cuales escogemos el Nereus, elaborado con variedades syrah, merlot y garnacha negra, que le proporciona este aspecto oscuro; un vino muy goloso. Se da el caso de que esta zona se convierte en uno de los núcleos corcheros más importantes del Estado.

Así, ya en nuestra mesa, mientras observamos a los patos en el río y como quien no quiere la cosa, empezamos con unos rebozuelos salteados con jamón, que los trae un conocido suyo de Olot que busca setas todo el año.

Tomamos también un par de ensaladas, por aquello de hacer una comida equilibrada. La primera con manitas de cerdo con piñones y vinagreta, que cocinan durante doce horas a baja temperatura y sin agua, para acabar haciendo una terrina que luego pasan por la sartén para darle este punto crujiente. La segunda, de tomates, que se los traen diariamente de Vilabertran. Francesc me asegura que dispensan un trato preferente a los productores de la zona, y que consumen los productos que plantan y cultivan. No entienden ni contemplan otra forma de hacerlo.
El restaurante Trull d'en Francesc es una muy buena opción en el Alt Empordà si estáis por la zona, un lugar, sin duda, para los amantes de la buena comida de toda la vida, que puede presumir de estar ubicado en un entorno realmente envidiable
Los caracoles a la llauna son una de las especialidades de la carta. Les cocinan poco a poco, sin prisa, añadiéndoles un poco de tocino y acompañándolos de las tres salsas clásicas, la vinagreta, el alioli y el sofrito de tomate, que mojamos con el pan artesano de la panadería de leña de Terrades. Los caracoles son siempre apreciados, ya sea a la llauna, a la brasa o en jugo, tanto si van solos como acompañando a arroces, fideos o carnes.

Hoy nos hemos tirado a la piscina con un par de chuletones de Can Vila que encuentro muy tiernos, de un sabor intenso y muy jugosos, un poco hecho y el otro al punto. En el Trull hacen de todo a la brasa, pero cocinan unos asados excepcionales, como el muslo de pato, el cabrito de leche o la espalda de cordero, que he tenido la suerte de probar en anteriores visitas al restaurante.

Cerramos la comida con un mil hojas de crema de yogur, frutas del bosque y coulis de frambuesas. Aquí todos los postres los hacen ellos mismos, incluidos los helados y, evidentemente, son una maravilla.
Poca broma, recordad este restaurante si andáis por esta zona, porque es una muy buena opción. Un lugar, sin duda, para los amantes de la buena comida de toda la vida, que puede presumir de estar ubicado en un entorno realmente envidiable. ¡Ahí es nada!