En un vídeo publicado en Instagram por la cuenta @escocesgamer, especializada en relatar historias curiosas y antiguas, se nos revela un dato que cambia por completo la visión que solemos tener del sushi. Lo que hoy conocemos como un plato elegante, fresco y lleno de color, con arroz avinagrado y pescado crudo, poco tiene que ver con sus orígenes. El primer sushi del que se tiene constancia no se parecía en nada a esta versión moderna, pues no llevaba salsa de soja, ni se disfrutaba el arroz, y su aspecto distaba mucho de resultar apetitoso. En realidad, el sushi nació en el siglo VIII como un método de conservación, más que como una receta pensada para deleitar.

La sorprendente historia del primer sushi

Este primer sushi se llamaba narizushi, y era una técnica que consistía en fermentar pescado crudo con arroz durante varios meses. La clave no estaba en el arroz en sí, sino en su capacidad para generar un ambiente ácido que ayudaba a conservar el pescado en buen estado durante mucho tiempo. Cuando llegaba el momento de consumirlo, el arroz simplemente se desechaba, y lo único que se comía era el pescado. El resultado era un alimento con un sabor fuerte, penetrante y ácido, que muchos comparan con el de un queso curado. Nada que ver con la frescura y la suavidad que caracterizan al sushi actual.

Pescado para sushi / Foto: Unsplash
Pescado para sushi / Foto: Unsplash

Aunque hoy nos pueda parecer extraño, esta práctica tenía mucho sentido en su época. En regiones del sureste asiático ya se utilizaban métodos similares para preservar el pescado, pero fue en Japón donde esta técnica se perfeccionó y se convirtió en algo habitual. El clima y la dependencia del pescado en la dieta japonesa hicieron que el narizushi encontrara un lugar destacado, tanto en la alimentación como en la cultura. Lo que para nosotros es ahora una curiosidad histórica, en aquel entonces era una solución eficaz para garantizar la seguridad alimentaria y disponer de proteínas durante meses.

Esta práctica tenía mucho sentido en su época

El cambio hacia el sushi moderno no se dio hasta muchos siglos después. Fue en el siglo XVII, durante el periodo Edo, cuando se empezó a experimentar con nuevas formas de preparar el pescado y el arroz. Poco a poco, el arroz dejó de ser solo un medio de conservación para convertirse en parte fundamental del plato. Se introdujo el vinagre para acortar el proceso de fermentación y dar al arroz un sabor más agradable, lo que permitió disfrutar de preparaciones mucho más frescas y rápidas. Con este cambio nació el sushi que, con modificaciones, se ha ido transmitiendo hasta llegar a nuestras mesas actuales.


La historia del sushi nos recuerda que detrás de cada plato icónico hay siglos de evolución, adaptación y creatividad. Lo que hoy vemos como una delicia gourmet nació de una necesidad práctica: conservar el pescado. Y aunque el narizushi pueda parecernos distante y poco apetecible, sin él nunca habríamos llegado al sushi tal como lo conocemos hoy, uno de los grandes emblemas de la gastronomía japonesa.