En los últimos días, un fenómeno curioso ha captado la atención de miles de usuarios en redes sociales: huevos con la yema blanca. En un vídeo publicado por la cuenta de Instagram @baebae_gurume, se puede ver con claridad cómo se prepara una tortilla utilizando varios huevos que, al romperse, muestran una yema completamente blanca, casi indistinguible del resto del huevo. La imagen resulta desconcertante para quienes están acostumbrados a ver yemas de color amarillo intenso o anaranjado. ¿Es un truco visual? ¿Una edición digital? ¿O realmente existen huevos así?
El extraño caso de los huevos con yema blanca
Todo empezó con una publicación en la red social X del editor Tsuda Junko, de la revista Design no Hikidashi. En ella, compartía la imagen de un huevo cocido cortado por la mitad que no parecía especialmente impactante, hasta que se apreciaba un detalle inusual: la yema era prácticamente del mismo color que la clara. Junko reconocía en el post que había oído hablar de esta variedad originaria de Okinawa, pero nunca imaginó que el color blanco fuera tan extremo.
La viralidad de la imagen desató una oleada de preguntas, dudas y teorías. Finalmente, un usuario de la plataforma aclaró el misterio: los huevos se conocen como Shirotama y proceden de la Granja Hortícola Nakamura, en la ciudad de Itoman, la granja de pollos situada más al sur de Japón. Según explicó, el secreto detrás del tono blanco de la yema no es un truco ni una alteración genética, sino simplemente la alimentación de las gallinas.

Estas gallinas reciben una dieta especial rica en arroz, y es precisamente este ingrediente el que provoca el cambio de color. A diferencia de otras dietas que incluyen maíz o pigmentos naturales que intensifican el color anaranjado de la yema, el arroz no aporta carotenoides, lo que da lugar a una yema mucho más pálida. Y aunque cruda puede parecer ligeramente amarillenta, una vez cocida adquiere un tono blanco que ha sorprendido incluso a los expertos.
Estas gallinas reciben una dieta especial rica en arroz
Además de su rareza estética, los huevos Shirotama tienen un propósito culinario específico. En Japón se utilizan sobre todo para elaborar omurice blanco (una variante de la clásica tortilla de arroz) o tamagoyaki blanco, una versión curiosa del tradicional rollo de tortilla dulce japonés. Si te interesa probarlos, puedes encontrarlos en el mercado de agricultores de Itoman. Eso sí, si no vives en Japón, la experiencia te saldrá un poco cara, aunque el viaje es uno de aquellos que nunca se olvidan. Además, sin duda, será una forma única de romper con lo esperado en la cocina.