Seamos sinceros: pelar un tomate a veces es muy pesado. Pruebas con un cuchillo y no lo consigues; cambias a un pelador, pero tampoco acaba de funcionar; intentas no arrancar mucha carne y acabas haciendo un destrozo... Una misión a menudo complicada que puedes hacer bien, rápido y sin complicaciones en menos tiempo de lo que te piensas. Hoy te explicamos cómo pelar un tomate en menos de un minuto.

Cómo pelar un tomate fácilmente

El tomate es un producto imprescindible en cualquier cocina de Catalunya. A pesar de ser originario de América, es un ingrediente tradicional y muy arraigado a la cultura gastronómica de la cocina catalana. Es la base de muchas recetas y un ingrediente clave para hacer un buen sofrito. El tomate es casi el icono de la cocina catalana; el elemento más importante del pan con tomate; el ingrediente más polémico del gazpacho catalán. En definitiva, es un producto que hay que saber trabajar bien para aprovecharlo al máximo.


De mojar tomate sabemos todos. De triturarlo y rallarlo también. Pero a menudo se hace difícil pelar un tomate. Con una piel muy fina y enganchada a la carne, sin el tratamiento adecuado podemos estropear el producto y no conseguir el objetivo que queremos. Por eso hoy te explicamos cómo pelar un tomate en menos de un minuto. Un truco que explica el cocinero Arnau Paris, presentador del programa Cuines de TV3 y que te cambiará la manera de afrontar muchas recetas.

El objetivo no es cocerlo, solo escaldarlo. Por lo tanto, es importante que no se cocine por dentro

Tomates de colgar. / Foto: Cedida

Lo primero que tienes que hacer es poner agua a hervir. Enciende el fuego fuerte y pon una cazuela con agua. Mientras tanto, prepara los tomates que quieras pelar. Si haces este proceso, como tendrás que poner el agua a hervir igualmente, te sale más a cuenta si tienes que pelar varios tomates. Haz una cruz en la base del tomate con la punta de un cuchillo pequeño afilado. Cuando el agua hierva, pon los tomates durante unos segundos; con 10 o 15 segundos bastará. Una vez transcurrido este tiempo, pasa los tomates a un bol con agua con hielo. El contraste de temperatura hará que la piel se desenganche de la carne y cortará la cocción del tomate. El objetivo no es cocerlo, solo escaldarlo. Por lo tanto, es importante que no se cocine por dentro. Cuando estén fríos, coge los tomates de uno en uno y los podrás pelar como si nada; como si se tratara de magia, la piel se desprenderá muy fácilmente de la carne. Puedes hacerlo directamente con los dedos o ayudarte de un cuchillo para ir retirando la piel. El proceso, a partir de aquí, se parece más a pelar un paraguayo que una pera o una manzana, frutas que tienen la piel más rígida. Porque no podemos olvidar que, aunque no lo parezca, el tomate también es una fruta, y no una verdura.

Con este truco podrás pelar tomates para tus recetas, pero sobre todo podrás hacer una buena producción de conserva de tomate para facilitar la vida a tu yo del futuro. Una manera tradicional para pelar tomates que se ha hecho toda la vida en las casas de todo el país.