¿Echar sal al agua hace que hierva antes? La duda ha rondado a generaciones enteras de cocineros, desde abuelas experimentadas hasta estudiantes preparando su primer plato de pasta. La cuenta de Instagram @soycienciaycocina se ha propuesto responder esta pregunta desde el rigor de la ciencia, y lo ha hecho con un vídeo que aclara una vez por todas qué papel juega realmente la sal en el proceso de ebullición. Aunque muchos tienen una idea clara al respecto, los resultados del experimento no son exactamente lo que se esperaban.

¿Agregar sal al agua hace que hierva antes?

En el vídeo, el creador de contenido realiza una prueba controlada: utiliza un litro de agua a temperatura ambiente y le añade distintas cantidades de sal para observar si esto afecta al tiempo que tarda en hervir. A simple vista, parecería lógico pensar que añadir sal haría hervir el agua más rápido, pero los datos obtenidos dicen otra cosa. La sal, al disolverse, aumenta el punto de ebullición del agua, lo que significa que necesita más temperatura para empezar a hervir. Desde un punto de vista puramente físico, esto no acorta el tiempo, sino que lo podría alargar.

Agua de cocción / Foto: Unsplash
Agua de cocción / Foto: Unsplash

Entonces, ¿por qué tantas personas tienen la sensación contraria? El vídeo de @soycienciaycocina aclara que este efecto percibido de “hervor más rápido” no es más que una ilusión sensorial. En la práctica, la diferencia de tiempo entre hervir agua con o sin sal es mínima, tanto que no llega a tener un impacto real en la rutina de cocina del día a día. Lo que sí ocurre es que, al aumentar ligeramente la temperatura de ebullición, se puede obtener una cocción más eficiente en algunos alimentos, como la pasta, que se beneficia de un entorno térmico algo más alto para quedar al dente.

La sal, al disolverse, aumenta el punto de ebullición del agua

Por tanto, si bien la sal modifica el comportamiento del agua al calentarla, no lo hace de la manera que muchos imaginaban. No se trata de una especie de “acelerador mágico”, sino de un cambio químico que, aunque real, es prácticamente imperceptible sin instrumentos de medición precisos. Lo importante es entender que la sal se añade al agua no para que hierva antes, sino por razones de sabor y cocción.


Así que la próxima vez que alguien te diga que añadir sal al agua sirve para que hierva más rápido, ya sabes la verdad: la sal influye, sí, pero más por química que por velocidad. La ciencia lo confirma: es un detalle técnico, no un truco de cocina milagroso.