¿Y si te dijera que no solo las verduras o la carne pueden pasar por la plancha? En un reel viral de la cuenta de Facebook de Plusfresc, nos descubren una tendencia culinaria tan sorprendente como deliciosa: cinco frutas que puedes cocinar a la plancha y que transforman por completo su sabor y textura. Al aplicarles calor, las frutas caramelizan sus azúcares naturales, potenciando su dulzura y liberando aromas irresistibles. Además, esta técnica es rápida, saludable y perfecta para dar un toque diferente a postres, ensaladas o incluso platos salados.
Frutas que puedes comer a la plancha
La primera propuesta es quizás la más sorprendente: la sandía a la sartén. Con apenas unas gotas de aceite, se cocina vuelta y vuelta, y se adereza con sal, limón, pimienta y hojas de menta. El resultado es un contraste espectacular entre lo dulce y lo salado, una textura firme por fuera y jugosa por dentro. Perfecta para servir como entrante veraniego o acompañar carnes a la parrilla, esta versión caliente de la sandía demuestra que incluso las frutas más frescas pueden reinventarse con un simple golpe de calor.
Otra combinación ganadora son la nectarina y el melocotón, dos frutas de hueso que, al pasarlas por la plancha, desarrollan un aroma intenso y una textura melosa. Solo hay que cortarlas por la mitad, retirar el hueso y pintarlas con un poco de aceite antes de ponerlas sobre la sartén bien caliente. En pocos minutos, se doran ligeramente y quedan perfectas para añadir a ensaladas templadas, combinar con queso fresco o acompañar con una bola de helado de vainilla. El contraste entre el dulzor natural de la fruta y la cremosidad del helado crea un postre digno de restaurante, sin apenas esfuerzo.
La cuarta opción es el albaricoque a la plancha, una fruta pequeña pero intensa. Se cocina igual que el melocotón: de 5 a 10 minutos según su madurez, y luego se puede servir con yogur, miel y unas hojas de menta fresca. Esta combinación tiene un equilibrio perfecto entre acidez, dulzura y frescor, ideal para el desayuno o una merienda ligera.
Y no podía faltar una de las frutas más versátiles de la cocina: la piña. Su sabor tropical se intensifica al calentarla, especialmente si se prepara con un toque de canela y azúcar. El truco está en dejarla reposar en la nevera media hora antes de cocinarla, para que los sabores se integren bien. Luego, basta con dorarla vuelta y vuelta en la sartén hasta que empiece a caramelizarse. El resultado es un bocado irresistible que se puede servir solo, con yogur griego o como guarnición de carnes blancas.
Estas cinco frutas demuestran que la plancha no es solo territorio de salados. Cocinar fruta de esta manera es una forma sencilla de dar una segunda vida a los ingredientes más comunes, sorprendiendo al paladar y añadiendo un toque sofisticado a cualquier menú. Una idea que, como muestra Plusfresc, convierte lo cotidiano en extraordinario con apenas unos minutos de cocina.