El helado casero de plátano y chocolate es de esas recetas que sorprenden por su sencillez y por lo rápido que se prepara. Poder disfrutar de un helado cremoso, refrescante y a la vez saludable, sin tener que preocuparse por azúcares añadidos o grasas innecesarias, es un verdadero lujo. Con tan solo dos ingredientes y unos minutos de paciencia, puedes conseguir un postre perfecto para los días calurosos o para esos momentos en los que apetece un dulce sin remordimientos. Lo mejor es que se trata de una receta adaptable, que se presta a todo tipo de variaciones y toppings, y que además resulta ideal tanto para mayores como para niños.
Helado casero de plátano y chocolate
La base de este helado son plátanos congelados y cacao en polvo. Lo ideal es que los plátanos estén muy maduros, ya que aportan más dulzor natural y mejor textura. El cacao en polvo puede ser crudo o el que se encuentra sin azúcar en los supermercados, incluso se puede sustituir por algarroba si buscas un sabor distinto. Con estos dos ingredientes, el resultado ya es delicioso, aunque puedes llevarlo a otro nivel añadiendo toppings como almendras troceadas, cacao nibs, una salsa ligera de chocolate o incluso frutas frescas que aporten un toque más refrescante y colorido.
Los ingredientes para esta receta son muy fáciles de recordar: cuatro plátanos maduros congelados, cuatro cucharadas de cacao en polvo sin azúcar, una cucharada de sirope de arce y media cucharadita de cacao para la salsa, y para el toque final, almendras crudas y cacao nibs. Estos últimos son opcionales, pero marcan la diferencia a la hora de servir.
La base de este helado son plátanos congelados y cacao en polvo
La preparación no puede ser más sencilla. Primero debes trocear los plátanos y congelarlos en un recipiente hermético durante al menos una noche. Una vez congelados, colócalos en el vaso de un procesador de alimentos o una batidora potente y tritura hasta obtener una textura cremosa, similar a la del helado tradicional. Añade el cacao en polvo y sigue batiendo hasta que todo quede bien integrado. Si quieres preparar la salsa de chocolate, basta con mezclar el sirope de arce con el cacao en polvo hasta conseguir una textura fluida. Sirve el helado al momento con la salsa por encima y añade los toppings que prefieras.
Este helado tiene una peculiaridad: al no contener aditivos ni grasas añadidas se derrite con mayor rapidez que los industriales. Sin embargo, eso no es un problema, ya que puedes disfrutarlo nada más prepararlo o guardarlo en el congelador y sacarlo un rato antes de servirlo para que recupere la cremosidad perfecta. Es un postre que enamora incluso a quienes no son muy aficionados al chocolate, porque su sabor equilibrado y su frescura hacen que sea difícil dejar de comerlo.